Amistad, divino tesoro

WITOTADAS

Fines de Octubre 2009

Quisiera tocar un tema algo fácil de pensar, difícil de escribirlo, teniendo en cuenta que conceptuarlo va más allá de cualquier razonamiento que se pueda hacer. William Blake lo expuso de manera hermosa y brillante: “El pájaro, un nido; la araña, una tela; el hombre, la amistad”. Modestamente le agregaría; el roedor, la quisha. La quisha (una especie de nido)es lo que los roedores van juntando de a pocos, papeles, telas, comida, hilos, paja, pedazos de cartones…, en fin, infinidades de cosas pequeñas. El por qué, ni idea. Creo que para que sepan que ahí, donde están estas cosas, está su hogar y sus recuerdos, una especie de brújula.

Entre los seres humanos se va formando la amistad abiertamente, no se necesita de un tema de conversación, nos hacemos amigos porque hay empatía. Creo que no hace falta que uno sea comerciante, militar, ingeniero, escritor o simplemente un don nadie (o sea, yony pacheco), la amistad va cuajando de a pocos, donde no hay otro interés que el afectivo, eso si, afecto puro. A veces podemos estar sentados por horas sin hablar, pero sabemos que estamos ahí…no necesitamos de otra cosa más.

Estoy completamente seguro que no podría vivir sin mis amigos, aún así repudiara al mundo por tanta maldad y corrupción. Ellos son los que ponen la alegría a este mundo inmisericorde, ahí están para levantarnos el animo. Son los actos los que definen una amistad, si sabes que alguno de ellos está mal, el acto de escribirle, decirle lo que sientes por él, de seguro que lo levantará, pero si callas y dejas pasar las pasiones oscuras, inequívocamente se hundirá más. A mis amigos les encuentro un encanto particular, un gesto en el rictus de su rostro, la forma de caminar, su forma de escribir, su manera de decirte, “Negro, tranquilo que la estás cagando”, o simplemente, “Un abrazo amigo mío, cuídate”. Pero más, su inteligencia, que es a donde más apunto. Alguien, no recuerdo quién, decía que la inteligencia es sexy. Si una amiga es inteligente, las mujeres son mucho más que los varones, no puedo negar sentir alguna forma de atracción sexual, pero ese impulso no es tan fuerte como la relación amistosa, seguro, y eso siempre he intentado cuidarla.

La amistad es como el lugar a donde los hombres pueden volver, una especie de morada, cobijo; difícil es aceptar el volver y que no tengas esa hoguera prendida que nos abrigaba y sólo encontrar un témpano de hielo, das la vuelta sin comprender por qué tanto frío.

La amistad tiene que ser elegante, eso es salvar las distancias, cada uno conoce su espacio y sabe reconocer el del amigo, hay que saber exaltar lo común de ambos, por eso siempre he dicho que a mi amigo lo critico secretamente al igual que a mi corazón.

La confianza y la sinceridad son los dos puntos donde descansa la amistad, si una de ellas falla, de nada servirá apelar a la otra. Siempre he sido abierto con mis amigos, creo incluso que demasiado, claro, no he podido brindarles nada más que mi amistad, mis preguntas remolonas (cansadas), mis problemas, mis angustias, mis escritos, mis pasiones ocultas, mis tonterías…tal vez sea eso…en fin.

Tal vez sea la traición el peligro que pueda romper una buena amistad. Si una intimidad sale al aire, la amistad corre riesgo. La traición corta una relación de años. La amistad no debe ser ciega, debe tener reglas, principios, hay que medirla conforme nuestra crianza, hay que respetarla por encima de cualquier mal entendido o palabra mal dicha.

Con todo el cariño y respeto que siempre tendré a mis amigos y amigas, sólo con confianza y sinceridad podremos vivir mil años de amistad.

Elmer Rafael Castillo Díaz


P.D. Mis más sincero pésame a mis buenos amigos Jesús y Marfiza y hermanos, por el fallecimiento de su señora madre, doña Lucha.