¡Carambas, carambitas y carambolas! Esto de escribir tres pequeños artículos en un mes me dejó aletargado y extenuado (por no decir algo más peruano). Debe ser por eso que envidio de sobremanera a aquellos que hacen uno diario, y siempre me preguntaré, “¿… y cómo lo hacen?” con ese toquecito de ironía, por supuesto. Ahora más repuesto y con esas ganas que me entran cuando recibo correos energéticos (así los llamo) de familiares y amigos; en especial de usted mi estimado Compañero de celda; “…vamos Negrito, sigue adelante, no seas haragán…siempre que te leo la nostalgia por la Santa me acompaña por días”. Me causó una gran sorpresa y alegría saber de un hermano de mi padre, del cual nadie en la familia Castillo me había hablado, por eso la sorpresa. El mundo del Internet hizo que me encontraran él y sus hijos, bienvenidos a la familia, Don Ernesto Castillo Tafur y primos Israel y Rafael.
Mi regreso a Sucre coincidió con la Octava (nunca entenderé eso de Octava) en honor a la Virgen de la Natividad en el distrito de Lucmapampa, capital de Jorge Chávez. Nunca asistí a la Octava; de joven me acuerdo que sólo iba el 8 de septiembre, regresando no sé cómo ni con quién. Esta vez fui acompañado de mi madre y tía Moya. En este bello pueblo siempre me llamó la atención el pozo situado en el centro de su Plaza de Armas; cuando estaba con algunas copas de más le tenía un terror demencial, una caída en él hubiese resultado fatal. Ahora, después de cuchocientos años, está cercado cual pozo de los deseos de Santa Rosa de Lima, o sea que si me tomaba un par de copetines, fácilmente podría haberme acercado sin temor y dejar mi deseo, que lo puedo decir: “Que nuestro alcalde Rómulo haga el 1% en nuestra plazuela principal antes de irse del sillón municipal sin pena ni gloria”. Y, no sólo es el pozo, su plazuela inmensa se ve arquitectónicamente espléndida y sin contar aún con sus acabados. La iglesia que cobija a su Patrona es una de las mejores y bellas de la provincia de Celendín, sin palanganeadas de ninguna índole. Acabada la procesión, con sus devotos de diferentes partes, la banda se posesiona del centro de su remozada plazuelaza haciendo un baile para todo aquel que deseé bailar a pierna suelta. El que más gozó con ellos fue nuestro Alejo, más conocido como Huaco, bailó toda la tarde y lo dejé bailando cuando me retiraba apenado, pues no era dable que me quedase habiendo ido con Rosalía, mi madre.
Mi regreso a Sucre coincidió con la Octava (nunca entenderé eso de Octava) en honor a la Virgen de la Natividad en el distrito de Lucmapampa, capital de Jorge Chávez. Nunca asistí a la Octava; de joven me acuerdo que sólo iba el 8 de septiembre, regresando no sé cómo ni con quién. Esta vez fui acompañado de mi madre y tía Moya. En este bello pueblo siempre me llamó la atención el pozo situado en el centro de su Plaza de Armas; cuando estaba con algunas copas de más le tenía un terror demencial, una caída en él hubiese resultado fatal. Ahora, después de cuchocientos años, está cercado cual pozo de los deseos de Santa Rosa de Lima, o sea que si me tomaba un par de copetines, fácilmente podría haberme acercado sin temor y dejar mi deseo, que lo puedo decir: “Que nuestro alcalde Rómulo haga el 1% en nuestra plazuela principal antes de irse del sillón municipal sin pena ni gloria”. Y, no sólo es el pozo, su plazuela inmensa se ve arquitectónicamente espléndida y sin contar aún con sus acabados. La iglesia que cobija a su Patrona es una de las mejores y bellas de la provincia de Celendín, sin palanganeadas de ninguna índole. Acabada la procesión, con sus devotos de diferentes partes, la banda se posesiona del centro de su remozada plazuelaza haciendo un baile para todo aquel que deseé bailar a pierna suelta. El que más gozó con ellos fue nuestro Alejo, más conocido como Huaco, bailó toda la tarde y lo dejé bailando cuando me retiraba apenado, pues no era dable que me quedase habiendo ido con Rosalía, mi madre.
He decidido correr por las mañanas y de paso hacer planchas, abdominales y ranas. A las seis en punto salgo a trotar con jóvenes que “no tienen remedio”, quienes gustosos me acompañan, no todo está perdido en ellos. Algunas féminas quieren plegarse a este matutino y sano ejercicio, que bueno fuera si su compañía seria con blumer, pero creo que no lo harán, pues el frío intenso acompañado de una densa neblina en la Misionera no lo permite y no me gustaría verlas en cama, ¿o si?, de todas maneras, con blumer o buzo matapasiones les he dicho, “Bienvenidas”. También está el bueno y carismático primo Egberto, más conocido como Naricita, quien quiere sumarse y eliminar esa tremenda guata de chofer de TEPSA que lo acompaña; de paso bajo la mía. Y créanme, qué bien que se siente, a todos aquellos que sientan que se van amontonando por los años y la inactividad pueden acompañarme.
El director de la escuela que queda frente a mi casa en Sucre ha prohibido terminantemente que se nos facilite el campo deportivo, dizque “porque los jóvenes son malcriados y se pierden las papeleras”. Este antiguo e inolvidable recinto deportivo siempre fue el cobijo de muchas generaciones, de ahí salieron deportistas que dieron gloria no sólo a nuestro distrito, sino, se podría decir a nivel nacional, para muestra un botón, Juan Sánchez. Si mantuvieran abierto el portón de la parte de atrás los “malcriados y sin remedio” jugarían pelota todos los días, por supuesto con mi compañía, es fácil jalarlos, están sentados en la esquina del barrio de Minopampa a la espera que alguien les diga, “media bucha o juguemos un partidito”. Se quejan que no tiene seguridad y fácil se meten a los salones o a los baños a malograr los servicios. Pues señores profesores, ¿dónde está su apego deportivo? Qué difícil se me hace pensar que no haya uno sólo que juegue pelota, quien pudiera acompañarnos y de paso cuidara del centro escolar. Ahora ni un policía se dedica al deporte, o por lo menos ir a mirar a estos jóvenes descarriados. Aún recuerdo las palabras de mi buen amigo Lolo Cervantes: “Elmer, algún día voy a llegar a ser General…ese día tomaré medidas drásticas, policía que no sepa jugar pelota le doy de baja”. Otra de las quejas angustiosas que hace el director es, “no tenemos apoyo, no hay seguridad, si no hiciéramos un portón para que no pasen a la escuela”.
Don José Emecio Aliaga Marín, hijo sucrense, director en la escuela de Santa Elena en Cajamarca, gestionando ante las autoridades pertinentes ha hecho de su escuelita un local agradable y confortable para los alumnos y todo aquel que quiera divertirse con la redonda, mientras en Sucre están esperando que el maná caiga del cielo por obra y gracia del Espíritu Santo, horror. Es necesario que las autoridades educativas sean capacitadas en gestión, pues creo que no hablan ni en la cama estando dormidos con sus parejas y eso, para mí, es terrible. Abran las puertas a todos los que desean practicar el deporte rey, para eso tienen personal de servicio. Pido disculpas si están investigando, analizando cómo ayudar a los alumnos que están bajos en su rendimiento académico, haciendo sus clases para el día siguiente y que sus alumnos estén más capacitados para el mañana terrible que le espera en este país tan venido a menos en la Educación.
Las actividades que el Colegio “San José” hizo por el Día de la Primavera estuvieron de lo más divertido. Se llevó a cabo en el local municipal, con la elección de la Miss y el Mr. San José, toda una novedad para mi persona. Las pasarelas, el paso coqueto de ambos géneros me causaron una gran alegría, se ve que hay organización y deseos que los alumnos despierten el interés por un nuevo tipo de arte, mis felicitaciones a los organizadores.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147
elmercastillo1@hotmail.com
PD. Los que somos asiduos al Internet nos vemos como maneados cuando no lo tenemos, algunos malos, acostumbrados en mi, manejos me van a tener alejado del maravilloso mundo virtual.
El director de la escuela que queda frente a mi casa en Sucre ha prohibido terminantemente que se nos facilite el campo deportivo, dizque “porque los jóvenes son malcriados y se pierden las papeleras”. Este antiguo e inolvidable recinto deportivo siempre fue el cobijo de muchas generaciones, de ahí salieron deportistas que dieron gloria no sólo a nuestro distrito, sino, se podría decir a nivel nacional, para muestra un botón, Juan Sánchez. Si mantuvieran abierto el portón de la parte de atrás los “malcriados y sin remedio” jugarían pelota todos los días, por supuesto con mi compañía, es fácil jalarlos, están sentados en la esquina del barrio de Minopampa a la espera que alguien les diga, “media bucha o juguemos un partidito”. Se quejan que no tiene seguridad y fácil se meten a los salones o a los baños a malograr los servicios. Pues señores profesores, ¿dónde está su apego deportivo? Qué difícil se me hace pensar que no haya uno sólo que juegue pelota, quien pudiera acompañarnos y de paso cuidara del centro escolar. Ahora ni un policía se dedica al deporte, o por lo menos ir a mirar a estos jóvenes descarriados. Aún recuerdo las palabras de mi buen amigo Lolo Cervantes: “Elmer, algún día voy a llegar a ser General…ese día tomaré medidas drásticas, policía que no sepa jugar pelota le doy de baja”. Otra de las quejas angustiosas que hace el director es, “no tenemos apoyo, no hay seguridad, si no hiciéramos un portón para que no pasen a la escuela”.
Don José Emecio Aliaga Marín, hijo sucrense, director en la escuela de Santa Elena en Cajamarca, gestionando ante las autoridades pertinentes ha hecho de su escuelita un local agradable y confortable para los alumnos y todo aquel que quiera divertirse con la redonda, mientras en Sucre están esperando que el maná caiga del cielo por obra y gracia del Espíritu Santo, horror. Es necesario que las autoridades educativas sean capacitadas en gestión, pues creo que no hablan ni en la cama estando dormidos con sus parejas y eso, para mí, es terrible. Abran las puertas a todos los que desean practicar el deporte rey, para eso tienen personal de servicio. Pido disculpas si están investigando, analizando cómo ayudar a los alumnos que están bajos en su rendimiento académico, haciendo sus clases para el día siguiente y que sus alumnos estén más capacitados para el mañana terrible que le espera en este país tan venido a menos en la Educación.
Las actividades que el Colegio “San José” hizo por el Día de la Primavera estuvieron de lo más divertido. Se llevó a cabo en el local municipal, con la elección de la Miss y el Mr. San José, toda una novedad para mi persona. Las pasarelas, el paso coqueto de ambos géneros me causaron una gran alegría, se ve que hay organización y deseos que los alumnos despierten el interés por un nuevo tipo de arte, mis felicitaciones a los organizadores.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147
elmercastillo1@hotmail.com
PD. Los que somos asiduos al Internet nos vemos como maneados cuando no lo tenemos, algunos malos, acostumbrados en mi, manejos me van a tener alejado del maravilloso mundo virtual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario