WITOTADAS
Desde mis años de estudiante secundario, en el Colegio San José de Sucre, sentía cierta envidia de los alumnos que rendían en las materias de ciencias (matemáticas, química, física, etc.). Destacaban sin trampas, ni copias, (contados en los dedos de un mocho) pocos; los demás eran los preocupados, y seguíamos dos o tres de los que no entendíamos porqué estudiábamos. Pese a que me sentaba a lado de uno de ellos con la finalidad de echarle una mirada de reojo en los exámenes, y, gracias a ello, pude terminar mi secundaria. Digo, qué digo…a las justas, porque mi profesora de matemática Marina Quito por poco me lleva al cielo con el curso de trigonometría. Dentro de los que sobresalían en todas las materias estaba don Gustavo Adolfo Aliaga Díaz, aquel mozuelo que le puso el basurerito, sin querer por supuesto, a don Quirino a la hora de salida, creo que hasta el día de hoy está con mal de espanto por tan terrible travesura. Muy educado, jaranero (pese a las majas que le deben de haber dado por mi compañía, supongo), desprendido y de un buen corazón.
Desde hace mucho que nuestra Policía Nacional está venida a menos por “saber” de sus negociados con los intervenidos. Siempre se habla del personal subalterno, pues son éstos los que salen a las calles y son los más visibles a las cámaras y los periodistas, que acuciosos buscan esta clase de noticias. Son dados de baja por la superioridad, “No podemos permitir está clase de elementos dentro de la institución…”. La realidad es otra, denuncias y más denuncias por parte de éstos, no hacen mella en los engalonados, claro, como ellos no salen a las calles ni arriesgan sus vidas, se sienten cómodos y seguros tras un escritorio. Salvo el Rasputín moderno, Montesinos, que grababa y conocía de qué píe cojeaban los altos mandos de las diferentes instituciones castrenses y policiales de nuestro país, para así tenerlos de marionetas. Pocos, muy pocos oficiales se libran de tan infausto letrero. Conocí a uno que llegó a ser Director de la PNP, con un apellido japonés, quien delegó todas las responsabilidades penales a un paisano nuestro, llegando a ser encarcelado, y, él susodicho, siguió su carrera vertiginosa hasta alcanzar el máximo grado en su institución. ¡Qué lastima y vergüenza!
Si tan sólo tuviéramos en nuestra Policía Nacional personas como Gustavo Aliaga Díaz, el vuelco sería de 180°. Pero es algo imposible. Nosotros que conocemos a este joven oficial, que recientemente ha ascendido al grado de Coronel, por lo menos tenemos la seguridad de que en el lugar que este trabajando, lo hará con honradez y justicia, para el beneplácito de sus subalternos y la civilidad que llegue a él a pedirle algún servicio dentro de sus posibilidades. Desde esta humilde tribuna, mis congratulaciones mi estimado Gustavo, estoy seguro que todo el pueblo de Sucre se ha sentido feliz por tan buena noticia. Que pena que otro con la misma moral y principios, mi amigo Lolo Cervantes Velásquez, no haya llegado al grado inmediato, pero como el dice, “…mi amistad y mis amigos es lo que cuenta…el resto vendrá por añadidura”.
El mes de diciembre se ha caracterizado por la alegría desbordante del pobre y del rico. Es el mes donde nuestros problemas parecieran que se esfuman, si debemos a algún banco no se paga este mes, la familia se une más, Telefónica se llena de plata, los amigos se reúnen, los enemigos son perdonados, y sobre todo, una paz interior nos embarga y nos hace ser más condescendientes con los demás. No importa que los Testigos de Jehová nos digan que es una fiesta pagana, que Jesús no nació el 24 de diciembre (científicos aseguran tal aseveración) y que rendimos culto al Diablo. Qué mal por ellos, ¿acaso la bondad, la alegría, el desprendimiento se pueden medir porque a ellos les inocularon de diferente manera las palabras de la Biblia? La Navidad será siempre la fiesta de la familia, amigos e inclusive de nuestros enemigos.
Con gran tristeza de mi parte y a la vez con un profundo agradecimiento a los amigos de Fuscán, me despido de ellos. Parece que la hegemonía por parte de los intelectuales de la revista ha posesionado el mando. Me parece bien, todos tienen derecho a progresar. Siempre habrá de mi parte respeto y los deseos que sigan adelante en el duro camino que han emprendido…y, valgan verdades, se nota su superación. Hasta pronto buenos amigos.
Nuestro querido profesor “Teacher”, Santiago Galarreta Castro, cuando estábamos en el colegio, veíamos cómo, con grandes esfuerzos, realizaba viajes al lejano (en esos años me parecía lejísimos) Sulolaja, a unos seis kilómetros de nuestra ciudad. El “Teacher” avizorando el futuro sembraba pinos, eucaliptos, y demás árboles que se daban en la zona camino a Oxamarca. Su primogénito, Santiago, viendo el tremendo potencial ecológico, se ha puesto las pilas y está haciendo de él un hermoso centro turístico para los estudiantes de la forestación. Cualquiera que desee conocer este hermoso paraje, puede acercarse a él para que pueda enseñarle las virtudes de tener un Sulolaja maravilloso. Bien por ti “Shanti”. Esperando que jóvenes como él imiten este maravilloso proyecto.
A los que visitan el “Huauco”, mis más sinceros deseos en está Navidad…y que el año venidero sea mejor que el que se va. Un abrazo a todos…sin excepción.
Elmer Castillo Díaz
Desde mis años de estudiante secundario, en el Colegio San José de Sucre, sentía cierta envidia de los alumnos que rendían en las materias de ciencias (matemáticas, química, física, etc.). Destacaban sin trampas, ni copias, (contados en los dedos de un mocho) pocos; los demás eran los preocupados, y seguíamos dos o tres de los que no entendíamos porqué estudiábamos. Pese a que me sentaba a lado de uno de ellos con la finalidad de echarle una mirada de reojo en los exámenes, y, gracias a ello, pude terminar mi secundaria. Digo, qué digo…a las justas, porque mi profesora de matemática Marina Quito por poco me lleva al cielo con el curso de trigonometría. Dentro de los que sobresalían en todas las materias estaba don Gustavo Adolfo Aliaga Díaz, aquel mozuelo que le puso el basurerito, sin querer por supuesto, a don Quirino a la hora de salida, creo que hasta el día de hoy está con mal de espanto por tan terrible travesura. Muy educado, jaranero (pese a las majas que le deben de haber dado por mi compañía, supongo), desprendido y de un buen corazón.
Desde hace mucho que nuestra Policía Nacional está venida a menos por “saber” de sus negociados con los intervenidos. Siempre se habla del personal subalterno, pues son éstos los que salen a las calles y son los más visibles a las cámaras y los periodistas, que acuciosos buscan esta clase de noticias. Son dados de baja por la superioridad, “No podemos permitir está clase de elementos dentro de la institución…”. La realidad es otra, denuncias y más denuncias por parte de éstos, no hacen mella en los engalonados, claro, como ellos no salen a las calles ni arriesgan sus vidas, se sienten cómodos y seguros tras un escritorio. Salvo el Rasputín moderno, Montesinos, que grababa y conocía de qué píe cojeaban los altos mandos de las diferentes instituciones castrenses y policiales de nuestro país, para así tenerlos de marionetas. Pocos, muy pocos oficiales se libran de tan infausto letrero. Conocí a uno que llegó a ser Director de la PNP, con un apellido japonés, quien delegó todas las responsabilidades penales a un paisano nuestro, llegando a ser encarcelado, y, él susodicho, siguió su carrera vertiginosa hasta alcanzar el máximo grado en su institución. ¡Qué lastima y vergüenza!
Si tan sólo tuviéramos en nuestra Policía Nacional personas como Gustavo Aliaga Díaz, el vuelco sería de 180°. Pero es algo imposible. Nosotros que conocemos a este joven oficial, que recientemente ha ascendido al grado de Coronel, por lo menos tenemos la seguridad de que en el lugar que este trabajando, lo hará con honradez y justicia, para el beneplácito de sus subalternos y la civilidad que llegue a él a pedirle algún servicio dentro de sus posibilidades. Desde esta humilde tribuna, mis congratulaciones mi estimado Gustavo, estoy seguro que todo el pueblo de Sucre se ha sentido feliz por tan buena noticia. Que pena que otro con la misma moral y principios, mi amigo Lolo Cervantes Velásquez, no haya llegado al grado inmediato, pero como el dice, “…mi amistad y mis amigos es lo que cuenta…el resto vendrá por añadidura”.
El mes de diciembre se ha caracterizado por la alegría desbordante del pobre y del rico. Es el mes donde nuestros problemas parecieran que se esfuman, si debemos a algún banco no se paga este mes, la familia se une más, Telefónica se llena de plata, los amigos se reúnen, los enemigos son perdonados, y sobre todo, una paz interior nos embarga y nos hace ser más condescendientes con los demás. No importa que los Testigos de Jehová nos digan que es una fiesta pagana, que Jesús no nació el 24 de diciembre (científicos aseguran tal aseveración) y que rendimos culto al Diablo. Qué mal por ellos, ¿acaso la bondad, la alegría, el desprendimiento se pueden medir porque a ellos les inocularon de diferente manera las palabras de la Biblia? La Navidad será siempre la fiesta de la familia, amigos e inclusive de nuestros enemigos.
Con gran tristeza de mi parte y a la vez con un profundo agradecimiento a los amigos de Fuscán, me despido de ellos. Parece que la hegemonía por parte de los intelectuales de la revista ha posesionado el mando. Me parece bien, todos tienen derecho a progresar. Siempre habrá de mi parte respeto y los deseos que sigan adelante en el duro camino que han emprendido…y, valgan verdades, se nota su superación. Hasta pronto buenos amigos.
Nuestro querido profesor “Teacher”, Santiago Galarreta Castro, cuando estábamos en el colegio, veíamos cómo, con grandes esfuerzos, realizaba viajes al lejano (en esos años me parecía lejísimos) Sulolaja, a unos seis kilómetros de nuestra ciudad. El “Teacher” avizorando el futuro sembraba pinos, eucaliptos, y demás árboles que se daban en la zona camino a Oxamarca. Su primogénito, Santiago, viendo el tremendo potencial ecológico, se ha puesto las pilas y está haciendo de él un hermoso centro turístico para los estudiantes de la forestación. Cualquiera que desee conocer este hermoso paraje, puede acercarse a él para que pueda enseñarle las virtudes de tener un Sulolaja maravilloso. Bien por ti “Shanti”. Esperando que jóvenes como él imiten este maravilloso proyecto.
A los que visitan el “Huauco”, mis más sinceros deseos en está Navidad…y que el año venidero sea mejor que el que se va. Un abrazo a todos…sin excepción.
Elmer Castillo Díaz
1 comentario:
Amen!!!!!!!!!!!! tqm muakkkkkkk ;)
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