WITOTADAS
Quién no ha sentido ternura al ver las travesuras, ocurrencias, malcriadeces, (Madre, perdóname…cuánto habrás sufrido y seguirás sufriendo por los míos), las respuestas que nos desubican; de los escuincles vivarachos. Son personitas pequeñas que nos dejan anonadados por sus actitudes de descubrimiento al mundo, de a pocos. En casa vivía una pareja muy joven, llegaron cuando el pequeño Alain no cumplía los tres meses de vida. No había cumplido aún los seis años, escuelero ya, una noche llegó llorando, su mamá lo había castigado por tener en el curso de religión, 08 de nota. Como formaba parte de la familia, salí en defensa del pequeño. La madre muy molesta y enseñándome la prueba me dijo, “…mire pues señor Castillo, mire sus respuestas, no es para darle su maja (golpiza)…”. Tomé el examen y comencé a revisarlo, no pude contener la risa. Una de las preguntas decía a la letra, “Diga usted cómo murió Jesucristo”, la respuesta estaba muy bien puesta, para mi claro, “Descansando en paz”, con esa letra de todo niño de seis años. “Y usted se ríe señor Castillo, por qué se ríe…”, no soportaba la risa.
O el chiquitín de cuatro años que me saluda, “…tío, buenos días”, “buenos días sobrino, cómo estás”, siempre pregunto cómo estás a cualquier persona, más a un peque. El niño mirándome con cara de tristeza, me contesta, “…mal tío, estoy muy mal”, mirándolo con cara de preocupación, me sacó del cuadro, “…qué tienes hijito, que te pasa”, con la misma cara de tristón, “nada tío, nada”, y siguió jugando.
Soy muy desmemoriado, siempre estoy olvidando las cosas y mis pensamientos. Las llaves tengo que buscarlos en todos mis bolsillos y en cada lugar donde antes de perderlas, caminé, y, después de tanto batallar los encuentro frente a mis narices. Los lentes (que se hizo añicos en el accidente en Lima en Enero) muchas veces los subía a la cabeza y yo buscándolo y renegando, dónde los puse o si los tomó alguien. Mi madre, pese a que heredé de ella este mal, me dice, “…lo único que no puedes perder son tus trolas, sino también los botarías o regalarías…”, ocurrente la vieja. Bajo tres veces la escalera, en menos de dos minutos, sin recordar para qué y por qué. Cuántas veces he prendido un cigarrillo, teniendo uno humeando en el cenicero. En matemáticas, ni se diga, hasta ahora no me sé cuánto es ocho por siete. Será que estoy destinado al Alzheimer, posiblemente. De lo que estoy seguro, es que, amo a mi madre, mis hijos, mis hermanos, mi esposa, mis amigos, mis pocos y bellos recuerdos, al más lindo (en silencio), siempre…por siempre,… para siempre; y, haría cualquier cosa para que continuamente estén bien y esto, eternamente lo recordaré, seguro.
El Presidente del club San Isidro Labrador, se está lanzando a la alcaldía de nuestro distrito. Un joven profesor, simpático y de buen humor. Me parece que es uno de los más fuertes candidatos frente nuestro amigo Secundino Silva Urquía. Todo el mundo tiene derecho a postular a ese Sillón municipal tan llamativo, y a la vez tener coraje, si no se hace nada, como ha pasado con el que se va (quiere reelección eh, qué tal cuajo), la historia, la más cruel de las censuras, tomará nota para la posterioridad. Coraje, porque las arcas de la comuna estás sobregiradas y no hay una propuesta, salvo la del Ingeniero Secundino y ahora el de éste joven profesor, don Gilmer Silva Pérez.
Quiero recomendarle, si acaso lo acepta por supuesto, que teniendo el timón del club en sus manos debería trabajar con estos mozuelos que están a la espera de su persona. Le ofrecí muy cortésmente mis servicios gratuitos, (cómo cobrarle al equipo de mis amores pese a mi pobreza) lo poco que conozco en el manejo de la esférica, están incondicionalmente para los deportistas. Dos semanas salimos a correr en la madrugada, de ahí llegaron los carnavales y se apagó todo. Tiene que reunir a los muchachos para volverlos a los entrenamientos, ahora que está candidateando, qué espera para acercárseles, conversar con ellos, darles lo que piden, que no es más que un poco de su tiempo y su carisma. El resto, como pelotas, conos, frotaciones, nos llegarán por intermedio de los amigos que están a la espera de que se haga realidad la intervención del mejor Team de Sucre en la presente Copa Perú. Sino fuera el Presidente, tal vez fuera normal que no se preocupara por éstos jóvenes, pero como candidato, seguro que se llevaría algunos votos más. ¿Qué estará esperando?, despierta Gimicho, llegó la hora que el deporte Rey tenga el nivel que siempre tuvo, hay material, lo sé, conozco mi gente.
Dicen que el amor puede volvernos vates, estos días garrapateé algunas letrillas por ahí, salían a raudales…pero no me atrevo a publicarlos, conocerían mi corazón y eso no me conviene, se llenaría mi correo. El amor es infinito, tal vez sea por eso que se vacía nuestro cerebro, para que nuestros corazones rebocen de alegría. Ahí estarán arrumados, para algún día releerlos y darnos cuenta lo chiflados que nos pone el sentimiento más perfecto.
Un abrazo a los que me leen.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147
Quién no ha sentido ternura al ver las travesuras, ocurrencias, malcriadeces, (Madre, perdóname…cuánto habrás sufrido y seguirás sufriendo por los míos), las respuestas que nos desubican; de los escuincles vivarachos. Son personitas pequeñas que nos dejan anonadados por sus actitudes de descubrimiento al mundo, de a pocos. En casa vivía una pareja muy joven, llegaron cuando el pequeño Alain no cumplía los tres meses de vida. No había cumplido aún los seis años, escuelero ya, una noche llegó llorando, su mamá lo había castigado por tener en el curso de religión, 08 de nota. Como formaba parte de la familia, salí en defensa del pequeño. La madre muy molesta y enseñándome la prueba me dijo, “…mire pues señor Castillo, mire sus respuestas, no es para darle su maja (golpiza)…”. Tomé el examen y comencé a revisarlo, no pude contener la risa. Una de las preguntas decía a la letra, “Diga usted cómo murió Jesucristo”, la respuesta estaba muy bien puesta, para mi claro, “Descansando en paz”, con esa letra de todo niño de seis años. “Y usted se ríe señor Castillo, por qué se ríe…”, no soportaba la risa.
O el chiquitín de cuatro años que me saluda, “…tío, buenos días”, “buenos días sobrino, cómo estás”, siempre pregunto cómo estás a cualquier persona, más a un peque. El niño mirándome con cara de tristeza, me contesta, “…mal tío, estoy muy mal”, mirándolo con cara de preocupación, me sacó del cuadro, “…qué tienes hijito, que te pasa”, con la misma cara de tristón, “nada tío, nada”, y siguió jugando.
Soy muy desmemoriado, siempre estoy olvidando las cosas y mis pensamientos. Las llaves tengo que buscarlos en todos mis bolsillos y en cada lugar donde antes de perderlas, caminé, y, después de tanto batallar los encuentro frente a mis narices. Los lentes (que se hizo añicos en el accidente en Lima en Enero) muchas veces los subía a la cabeza y yo buscándolo y renegando, dónde los puse o si los tomó alguien. Mi madre, pese a que heredé de ella este mal, me dice, “…lo único que no puedes perder son tus trolas, sino también los botarías o regalarías…”, ocurrente la vieja. Bajo tres veces la escalera, en menos de dos minutos, sin recordar para qué y por qué. Cuántas veces he prendido un cigarrillo, teniendo uno humeando en el cenicero. En matemáticas, ni se diga, hasta ahora no me sé cuánto es ocho por siete. Será que estoy destinado al Alzheimer, posiblemente. De lo que estoy seguro, es que, amo a mi madre, mis hijos, mis hermanos, mi esposa, mis amigos, mis pocos y bellos recuerdos, al más lindo (en silencio), siempre…por siempre,… para siempre; y, haría cualquier cosa para que continuamente estén bien y esto, eternamente lo recordaré, seguro.
El Presidente del club San Isidro Labrador, se está lanzando a la alcaldía de nuestro distrito. Un joven profesor, simpático y de buen humor. Me parece que es uno de los más fuertes candidatos frente nuestro amigo Secundino Silva Urquía. Todo el mundo tiene derecho a postular a ese Sillón municipal tan llamativo, y a la vez tener coraje, si no se hace nada, como ha pasado con el que se va (quiere reelección eh, qué tal cuajo), la historia, la más cruel de las censuras, tomará nota para la posterioridad. Coraje, porque las arcas de la comuna estás sobregiradas y no hay una propuesta, salvo la del Ingeniero Secundino y ahora el de éste joven profesor, don Gilmer Silva Pérez.
Quiero recomendarle, si acaso lo acepta por supuesto, que teniendo el timón del club en sus manos debería trabajar con estos mozuelos que están a la espera de su persona. Le ofrecí muy cortésmente mis servicios gratuitos, (cómo cobrarle al equipo de mis amores pese a mi pobreza) lo poco que conozco en el manejo de la esférica, están incondicionalmente para los deportistas. Dos semanas salimos a correr en la madrugada, de ahí llegaron los carnavales y se apagó todo. Tiene que reunir a los muchachos para volverlos a los entrenamientos, ahora que está candidateando, qué espera para acercárseles, conversar con ellos, darles lo que piden, que no es más que un poco de su tiempo y su carisma. El resto, como pelotas, conos, frotaciones, nos llegarán por intermedio de los amigos que están a la espera de que se haga realidad la intervención del mejor Team de Sucre en la presente Copa Perú. Sino fuera el Presidente, tal vez fuera normal que no se preocupara por éstos jóvenes, pero como candidato, seguro que se llevaría algunos votos más. ¿Qué estará esperando?, despierta Gimicho, llegó la hora que el deporte Rey tenga el nivel que siempre tuvo, hay material, lo sé, conozco mi gente.
Dicen que el amor puede volvernos vates, estos días garrapateé algunas letrillas por ahí, salían a raudales…pero no me atrevo a publicarlos, conocerían mi corazón y eso no me conviene, se llenaría mi correo. El amor es infinito, tal vez sea por eso que se vacía nuestro cerebro, para que nuestros corazones rebocen de alegría. Ahí estarán arrumados, para algún día releerlos y darnos cuenta lo chiflados que nos pone el sentimiento más perfecto.
Un abrazo a los que me leen.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147
6 comentarios:
Publícalos por favor quiero conocer ese gran corazón que tienes. Y si se te llena el correo... mejor.
Saludos
Publícalos por favor quiero conocer ese gran corazón que tienes. Y si se te llena el correo... mejor.
Saludos
Publícalos por favor quiero conocer ese gran corazón que tienes. Y si se te llena el correo... mejor.
Saludos
Hola:
Tienes razón, los publicaré sólo para que se llene mi correo, por que mi corazón está vacio.
Elmer
Hola:
Tienes razón, los publicaré sólo para que se llene mi correo, por que mi corazón está vacio.
Elmer
Vacío??? no creo ah....
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