Perú

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16.3.10

La Misionera...

WITOTADAS


La ironía, en efecto, viene a ser un lenguaje en clave, que lo utilizamos con los amigos y las personas que conocen su secreto, y me he dado cuenta que muchas veces se fracasa, a pesar que nos ayudamos con gestos, ademanes y guiñadas de ojo (pareciera que estamos queriendo ganar la charada). Otros dicen que la ironía es el lenguaje de mentes agudas, abiertas, libres. Pero, ¿cómo hacer para escribir irónicamente, pues no tenemos los recursos arriba escritos, gestos…? Y ¿cómo saber quién tiene la mente aguda cuando nos leen? Difícil situación. Y ¿si inventaran un signo ortográfico para la ironía? Que se pareciese a los de admiración o interrogación y a los lectores no les quede duda sobre el doble sentido de ciertas frases. Agregaría; la ironía es un valor imaginario, porque algunas veces está en la intención del que habla, pero no llega al que oye, mientras otras, su existencia depende de la interpretación maliciosa del oyente. Sigamos ironizando entonces, sin signos que nos ayuden y con toda la malicia de interpretación de nuestros amigos y lectores.

¿Quién no conoce o a escuchado un chiste arequipeño? (los shilicos no se quedan atrás eh, ni qué decir de los internacionales gallegos). Aparte de que las opiniones se refieran a éstos, como pedantes, orgullosos y de carácter explosivo. He conocido muchos characatos, y, no me demostraron esas “opiniones”, por el contrario, siempre están demostrando su educación y amistad. Incluso, uno de mis mejores amigos es arequipeñazo, el gran Lolito. Es cierto eso de orgullosos, pedantes y de carácter explosivo, ¿por qué?, por haber nacido en la hermosa tierra, “La ciudad blanca”. No existe uno que menosprecié su terruño ni el nombre de ella, y si hubiese uno, simple, lo deportan al Parnaso. Será por eso que en el Congreso en la Orden del día se discutía acerca de cuál era la segunda ciudad del Perú, se levantó el parlamentario arequipeño, después de varias propuestas por parte de sus colegas provincianos, diciendo “…qué tanto discuten acerca de cuál es la segunda ciudad del Perú, si todos sabemos que Lima es la segunda…”.Saludos Lolo y a los amigos del Patrimonio Cultural de la Humanidad: Arequipa.

Las primeras cuerizas que recibí de mi madre era por llegar de la escuela con los zapatos y pantalones destrozados por jugar pelota. Al comienzo no entendía, después de las majas, por qué mi madre les ponía cuero a las rodillas de mis pantalones y me compraba esos desaparecidos zapatos Teddy que me duraban muy hartazos. Después me di cuenta que era para no malograr los chuzos y los lompas y como es lógico, para no maltratar mis posaderas, me estaba volviendo curtido a los rebencazos. Hasta hoy juego, por supuesto ya no maltrato zapatos ni pantalones y no me dan las viejas palizas. En Cajamarca son los sábados y domingos en la plataforma de mi barrio, Horacio Zeballos. Acá me hice de buenos amigos, corriendo tras la pelota como queriendo apartar la vejez, ahí siguen ellos. Tulio Mondragón, Carlitos Jara, Pedro Ibérico, Juan Pajares, Elfer Miranda, los Negros Correa y Medina, Adrián Huamán, Luchito Ordoñez, Javier Corrales. Y aquellos jóvenes que respetaron la única ley que se cumple en esta plataforma, “Los doce primeros juegan el primer partido”, aún así llegue Pelé o Maradona después de los doce, no juegan. Allí están: Rafa, los hermanos y familia Ruiz, los Chochos, Álvaro, Alan, los Joes, Victor, Jhonny, Coreano, Miguel, Tinkary, mi hijo Elías, etc., etc. Lo que más recuerdo y extraño de mi barrio, son las celebraciones por los triunfos o las derrotas…siempre se brindaba, ¡Salud a los peloteros de Horacio Zeballos!
En Sucre se juega sólo los sábados, los domingos todos se van a Celendín y me quedo con los crespos hechos, no hay mercado en Sucre, terrible, como para llorar. Volviendo al deporte, el día del pueblo se reúnen hasta cuatro equipos y uno se va a las duchas temprano o se queda a festejar ganando el cuadrangular. No hay la ley de “…los doce…”, acá hay un poco de argolla, a las finales juegan todos. El sábado no sé por qué razones no se juntaron, sólo estábamos cinco, esperamos hasta las doce y nos retiramos. Falta algún tipo de incentivo moral para que los jóvenes acudan siquiera una vez a la semana a jugar…y hay buen material, no tengo duda de ello. Pero llámenlos a tragar cañazo, meterle su chaccha, fumarse unos cigarrillos o a las matinée bailables, corren, no interesándoles el día, la hora, ni el tiempo. Al futuro alcalde, no deje morir las ilusiones deportivas y culturales de estos chavales, van a necesitarlo.

La Misionera desde antes de los carnavales está intransitable. Han amontonado arena a los costados desde esa época y aún no lo esparcen, seguro están esperando abril y cuando los paisanos lleguen para la fiesta patronal de Mayo, dirán, “Qué bueno el tramo de José Gálvez a Sucre, cómo dicen que el burgomaestre no trabaja”. Corro todos los días por esta, y es un pequeño campo de guerra, destrozada, llena de hoyos y charcos.

¿Llegaremos a Mayo?...claro que si, ahí estaremos brindando y celebrando, queda poco tiempo.

Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147

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