WITOTADAS
Ayer bajaron al Patrón San Isidro Labrador a seis puertas de mi lar en Minopampa. La costumbre de pasearlo por los barrios del Huauco se ha ido arraigando de una forma muy peculiar. Es cierto que el barrio de La Toma en menesteres del carnaval son muy creativos, cómo no serlo si ahí están los mejores artistas del pueblo, hasta pecado sería si su arte no lo demuestran en tan alegre y colorida fiesta. Uno se pasea por tan bello y nostálgico barrio y no encuentra personas, una que otra que sale a solearse del frío exquisito de su casa; pero para el rey Momo ¡llámenlos!, parecen hormigas, disciplinados, apoyando su reina, celebrando a rabiar sus motivos en el corso, pero en religiosidad, Minopampa se lo lleva por más de una vuelta. Minopampa tiene esa virtud, te encandila con su manto de fé, pese a que es un barrio por demás apasionado por el delirio de las pasiones oscuras: duendes, fantasmas, amoríos, locuras, odios, chancha con sus crías a media noche, brujos y brujas.
En Minopampa está la escuela donde, sin equivocarme, estudiaron casi todos los que nacieron en el Huauco y luego en Sucre. Y ¡Ojo!, con la clase de educadores de esos años; quién de hace treinta años egresado del Andrés Mejía Zegarra, no salía sabiendo ecuaciones de segundo grado y con una caligrafía y ortografía excelentes. Ahora dan pena, no sólo los alumnos, sino, los profesores; desde el momento que escucho desde acá decirles, “…cuando “haigan” terminado el trabajo se acercan para calificarlo”. Terrible, bueno, no es de extrañarse, congresistas lo hacen, qué será un profesor de primaria. Y válgame Dios, ni hablar de su ortografía. Creo que tendría que haber un curso especial para ellos en gramática, si no aprueban, no se reciben de profesores y si son de literatura, peor. Lo rescatable de la nueva generación educacional del 82427, es que son mayordomos un día del Patrón en Minopampa, y, se esmeran por congraciarse con el Viejo Ishico.
Los que dejan esta vida, el recorrido obligatorio, para llevarlo y algún día llevarnos a los Colorados, es por el largo y sinuoso Minopampa. Es curioso mi barrio, sobretodo porque en él existen apellidos que no son netamente los usuales. Galarreta, Del Águila, Tinoco, Castillo, Cotrina, Quito, Mori, Guerrero, y ahora último, Sarmiento, Oblitas, etc. Cada uno con una historia diferente para llegar al Huauco, ahora eternos en la aventura de pertenecer a tan acogedora tierra, el telúrico Huauco.
Bienvenido San Isidro, Minopampa siempre te brindará un cariño diferente al común de los barrios, acá habrá siempre pasión por tu magnificencia.
Tal vez nos ayudes a disfrutar la vida sin tantos tabúes ni castigos eternos en la otra vida, y sabrás perdonarnos ciertos desenfrenos en tu fiesta de Mayo, cuando estés en tu iglesia y nos veas de lejos zigzagueando, pero alzando la cabeza hacía ti en señal de respeto. Aún te tendremos hasta el tres de Mayo, hay tiempo para conversar un poco, seguro.
Elmer Castillo Díaz
DNI: 26731147
Ayer bajaron al Patrón San Isidro Labrador a seis puertas de mi lar en Minopampa. La costumbre de pasearlo por los barrios del Huauco se ha ido arraigando de una forma muy peculiar. Es cierto que el barrio de La Toma en menesteres del carnaval son muy creativos, cómo no serlo si ahí están los mejores artistas del pueblo, hasta pecado sería si su arte no lo demuestran en tan alegre y colorida fiesta. Uno se pasea por tan bello y nostálgico barrio y no encuentra personas, una que otra que sale a solearse del frío exquisito de su casa; pero para el rey Momo ¡llámenlos!, parecen hormigas, disciplinados, apoyando su reina, celebrando a rabiar sus motivos en el corso, pero en religiosidad, Minopampa se lo lleva por más de una vuelta. Minopampa tiene esa virtud, te encandila con su manto de fé, pese a que es un barrio por demás apasionado por el delirio de las pasiones oscuras: duendes, fantasmas, amoríos, locuras, odios, chancha con sus crías a media noche, brujos y brujas.
En Minopampa está la escuela donde, sin equivocarme, estudiaron casi todos los que nacieron en el Huauco y luego en Sucre. Y ¡Ojo!, con la clase de educadores de esos años; quién de hace treinta años egresado del Andrés Mejía Zegarra, no salía sabiendo ecuaciones de segundo grado y con una caligrafía y ortografía excelentes. Ahora dan pena, no sólo los alumnos, sino, los profesores; desde el momento que escucho desde acá decirles, “…cuando “haigan” terminado el trabajo se acercan para calificarlo”. Terrible, bueno, no es de extrañarse, congresistas lo hacen, qué será un profesor de primaria. Y válgame Dios, ni hablar de su ortografía. Creo que tendría que haber un curso especial para ellos en gramática, si no aprueban, no se reciben de profesores y si son de literatura, peor. Lo rescatable de la nueva generación educacional del 82427, es que son mayordomos un día del Patrón en Minopampa, y, se esmeran por congraciarse con el Viejo Ishico.
Los que dejan esta vida, el recorrido obligatorio, para llevarlo y algún día llevarnos a los Colorados, es por el largo y sinuoso Minopampa. Es curioso mi barrio, sobretodo porque en él existen apellidos que no son netamente los usuales. Galarreta, Del Águila, Tinoco, Castillo, Cotrina, Quito, Mori, Guerrero, y ahora último, Sarmiento, Oblitas, etc. Cada uno con una historia diferente para llegar al Huauco, ahora eternos en la aventura de pertenecer a tan acogedora tierra, el telúrico Huauco.
Bienvenido San Isidro, Minopampa siempre te brindará un cariño diferente al común de los barrios, acá habrá siempre pasión por tu magnificencia.
Tal vez nos ayudes a disfrutar la vida sin tantos tabúes ni castigos eternos en la otra vida, y sabrás perdonarnos ciertos desenfrenos en tu fiesta de Mayo, cuando estés en tu iglesia y nos veas de lejos zigzagueando, pero alzando la cabeza hacía ti en señal de respeto. Aún te tendremos hasta el tres de Mayo, hay tiempo para conversar un poco, seguro.
Elmer Castillo Díaz
DNI: 26731147
2 comentarios:
Hice un comentario y esta PC se reinició así que no sabré si se grabó o no...... regresaré más tarde y si no pasó???? lo haré de nuevo.....
Besos Tioooooo guapooooo***
Elmer: Leyendo lo que escribes, conocí sobre San Isidro, y siento que conozco un poco de Sucre, creo que tengo que pensar seriamente en ir algún día. Dios y San Isidro quieran que sea pronto. Un abrazo.
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