Sueños…
Siempre me atemorizaron los
concursos literarios, por una razón sencilla. Acostumbrado a leer y leer obras
literarias de gran envergadura desde mi adolescencia, que llegaban a mis manos,
literalmente me los comía; veía la prosa, la correlación, los tiempos, la
composición y todos los pormenores de un buen escrito, sumado a ellos la
genialidad del escritor; frente a los garabatos sin son y sentido de lo que
escribía en mis tiempos de ocio, me decía, no, no y no. Me intimidaba que
alguien me leyera y si era un jurado trajinado en el mundo de las letras, peor.
Y así pasaba el tiempo, volviéndome cada día más viejo y mis cuentos y poemas
se quedaban en esos cuadernillos que hasta ahora me acompañan. Eso sí, me
encantaba y encanta escribir cartas a mis familiares y amigos cercanos, como
terapia y satisfacción personal, me parece encantador que lean mis cartas. En
mi juventud usaba ese medio para conquistar y ablandar el corazón de las muchachas
que me gustaban. Mi extrema timidez con ellas, en persona, tal vez esperaban
una de las palabras escritas, decidían elegir al rival que se les acercaba con
una sonrisa a flor de piel y labia de picaflor.
Hace algunos años la
Municipalidad de José Gálvez organizó un concurso literario de cuento y poesía,
“Gaviota de Plata”. Escritores cajamarquinos tuvieron la difícil tarea de
elegir, entre decenas de noveles escritores a nivel nacional, a los ganadores.
Mi cuento “El basurerito”, ocupó el segundo lugar y desde aquella fecha se me
quedó el gusano del “¿…por qué en Sucre no se puede dar este tipo de
Concursos?”. Cuando se supo de la premiación, familiares cercanos, amigos de
toda la vida (Gustavin, Segundo, Belsy, Lupe, Kokin, Willy, Lolo, Max, Burrito
(Jorge), Josheritas…) me dieron muestras de cariño sincero y me dieron más
abrazos de los que en mi vida recibí. Uno de ellos, mi compañero de celda,
amante de la cultura, a miles de kilómetros, me llamó a saludarme, darme su
apoyo y a animarme a continuar en la difícil brega de escribir, Edwin tinoco.
Le conté el sueño y comenzamos a elaborarlo, a soñarlo despiertos, a querer
hacerlo realidad. Cuando lo exponíamos en alguna reunión baquiana nos miraban
como bichos raros, uno de ellos hasta nos dijo, “…sueñan huevadas”. Teníamos
que materializarlo, más que por nosotros, por Sucre, el pueblo que nos cobijó y
nos dio los mejores años de nuestra vida en la adolescencia y nos sigue dando
ese sabor incomparable de dicha en los albores de la vejez.
El distrito de Sucre ha
tenido y tiene grandes escritores, para muestra un botón, Don Nazario Chávez Aliaga,
reconocido por escritores de la talla de Luis Alberto Sánchez y Mario Vargas
Llosa, como uno de los primeros indigenistas en sus obras de investigación (“Literatura
peruana” y “La utopía arcaica”). Hablé con dos gerentes de las administraciones
anteriores y sólo recibí el “ya don Elmer”. Wilson Zavaleta Pérez, el nuevo
alcalde de Sucre, me escuchó atentamente y su respuesta fue, “…bien Negro, anda
preparando todo, en sesión de concejo lo voy a exponer y seguro que va a
salir”. Y así fue. En sesión de concejo se aprobó por mayoría y el sueño se
puso en acción. Y ¿ahora?, por dónde empezamos, qué se tiene que hacer, cuáles
son los pasos a seguir…preguntas que rondaban por la cabeza. El sueño estaba
ahí, la realidad era otra y había que enfrentarla.
¿Quién conoce de esto? Ahí
estaba, no podía ser otro. Viejo amigo, escritor cuajado y promotor de la
cultura cajamarquina, don William Guillén Padilla. Desde acá los
agradecimientos del caso Kokin. Se formó la Asociación cultural “Letras
Huauqueñas” y junto con la Municipalidad Distrital de Sucre se lanzó el I
Concurso Nacional de cuento y Poesía “Huauco de Oro” por las redes sociales. Se
envió un oficio al Ministerio de Cultura para que patrocine con su logo y darle
más relace al evento cultural, la directora, Carla Maritza Díaz García, aceptó
amablemente y el sueño siguió el rumbo trazado. “Necesitas un jurado selecto,
gente que conoce de letras, que ha participado en este tipo de eventos, te voy
a dar algunos nombres y tú les envías los oficios” me dijo antes que
“desaparezca” mi viejo amigo. El Jurado está compuesto por los escritores, Antonio
Goicochea Cruzado, Carlos Ernesto Cabrera Miranda, Francisco Sarmiento Cerquín,
Guillermo Torres Ruiz y Jacinto Luis Cerna Cabrera; todos ellos reconocidos
intelectuales en Cajamarca y a nivel nacional.
El quid del problema estaba en el
aporte de la Municipalidad para los premios que se otorgan a los primeros
puestos, es sabido que estas instituciones a nivel nacional, más en Cajamarca,
están en una crisis económica por el recorte presupuestal de parte del gobierno
central. Teníamos que insistir. Haciendo los ajustes necesarios se logró
conseguir los premios económicos a los dos primeros puestos, cuento y poesía,
más la estatuilla denominada “Huauco de Oro” y los segundos puestos gestión de
la Asociación, que consiste en dos computadoras. En la Ceremonia de Premiación,
que se llevará a cabo el día 13 de mayo en el local del barrio Minopampa, se
estará agradeciendo a los amantes de la cultura que aportaron para estos
segundos premios.
Como un punto aparte, la
Asociación Cultural Letras Huauqueñas se formó
con la idea no sólo de organizar el evento cultural del Concurso, si no,
con fines netamente formales y serios. Siendo la principal la inscripción de
ésta en Registros Públicos y en INDECOPI. ¿Para qué?, preguntarán muchos. El
profesor y escritor Gutenberg Aliaga Zegarra, gestionó la donación de libros
hace algunos años y gracias a su gestión se pudo reunir miles de obras. El
“pequeño y gran” problema reside en que al no estar inscrito en ninguna de las
dos instituciones arriba mencionada, la Municipalidad no le puede brindar un
apoyo material ni económico, los libros son trasladados de un local a otro, sin
poder hacer absolutamente nada. Hasta hace poco, la Biblioteca “Nazario
Chávez”, venía funcionando en el segundo piso de la parroquia de nuestra
iglesia mater, el sacerdote (quien
parece que no le gusta los libros) hizo
desalojar porque “necesitaba” el ambiente, no se sabe para qué ni por qué.
Nuevamente los libros tuvieron que desfilar a otro lugar. El alcalde
gentilmente ha cedido un ambiente y ha recomendado que se formalicé la
Asociación, pues una vez legalizada, la Biblioteca pasaría a formar parte de
ella. Así los libros no estarán de nómades y el alcalde entrante no podría
desalojarlos.
Como van las cosas, encaminadas
en buen rumbo, invitamos a los que desean formar parte de este proyecto se unan
y hacer que las letras, la cultura y todo lo relacionado con el arte, vuelvan
al cauce que antaño tuvo nuestro distrito. Sé que se logrará, por eso la
invocación a los amigos, familiares, paisanos, a formar parte de la Asociación,
para que haya un mañana de los jóvenes que esperan el despertar del mágico y
telúrico Huauco dormido y al toque de sus fibras, Sucre volverá a brillar.
Hagámoslo realidad.
Los sueños seguirán estando
presentes cada día de nuestras vidas...
Elmer
Rafael Castillo Díaz
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