WITOTADAS
Hace unos días la joven Marcionila Aliaga Díaz quiso agradecer al Divino el que le haya devuelto la vida, literalmente “volvió a vivir” después del trágico y penoso accidente que sufrio, con una misa que se celebró en la iglesia matriz de nuestro distrito. Los familiares y amigos se reunieron para tan real gratitud a nuestro creador. La realidad es que nuestra “Masho” es muy querida por muchas personas, no estuvo llena como las misas de mayo donde se siente la arrogancia, vanidad y las poses de divos que creen tener los visitantes al templo de San Isidro, en esta singular ceremonia el calor de la verdadera amistad se sintió con más fuerza, libre de hipocresías. Pese a que aún tiene algunas pequeñas dificultades motrices, su buen humor y su tierno corazón conservan esa frescura natural y, que muchas veces raya la locura propia de los “Natuchos” (por la bisabuela Natividad). Ahora la vemos departir su alegría por donde vaya, baila, cuenta chistes de todos los colores, moja sus labios con algún buen licor (“para no perder la costumbre”, como dice ella) y, pronto creará su perfil en el facebook, dizque, para poner en él sus fotos artísticas, qué bueno. Por su juventud, carácter y personalidad, no hubiera sido justo que el Señor se la hubiese llevado, por eso y muchas cosas más, me sumé a la ceremonia con placer y aunque soy algo agnóstico, en mi alma hereje le di las gracias al Creador por poder compartir los pocos años que me quedan con alguien muy especial.
Los meses de los “bres” llegaron. A cierta edad los años pasan inmisericordes, se hacen cortos y queremos detenerlos y alargarlos a como de lugar, desde luego sabemos lo imposible que es, de ahí que el hombre es el único animal consciente de su paso fugaz por el mundo. Algunos nos quitamos algunos añitos, otros con la tecnología estética quitándose un montón de años, las cremas y las dietas ayudan para estos menesteres de querer estar siempre jóvenes. El tiempo avanza inexorable, creo que Dios debe estar bien viejito, imagínense cuántos años debe tener que Matusalén queda corto, tal vez sea por su edad que no se preocupa por su creación o, ¿será el Alzheimer?, su creación está patas arriba y el no se da por enterado. Personalmente me contento de que su máxima creación no sea la vida, sino, la muerte…entonces, bienvenida sea ella.
Me llegó vía Email (asuu, ya parezco gringo) una invitación del I Concurso Literario Nacional, cuento y poesía, “Libro verde, garza blanca”. Es la primera vez que recibo este tipo de invitación, siempre he pensado que no tengo madera de escribidor, y, les doy la razón a muchos que dicen que debería dedicarme a trabajar en vez de holgazanear escribiendo mis “tonterías”. No sé cuantas veces quise tirar la toalla e irme a cualquier puesto de salud por nuestras comunidades como técnico de enfermería. Mi madre en una ocasión me dijo, “…hijo, yo apenas tengo tercer año de primaria y lo que haces me gusta…lo que no me gusta es que gastas tus (bellos) ojos leyendo como gafo…”. Mis hermanos, aunque no me lo dicen, están conmigo. Mis hijos, incluyo a mis hijos políticos; Juan Carlos y Karina, les escucho decir con orgullo a sus conocidos, “mi padre escribe”. Flor, mi esposa, renegando por el “vano oficio” me alienta en su interior. Los familiares cercanos animándome con sus comentarios y llamadas de teléfono…tío Ernesto, Miriam, Lastenia, Oscar, Luzmila. Y mis amigos, uno de ellos, Edwin, me ayudó con sus opiniones crudas y realistas a mejorar cada Witotada y a quien no veo desde Mayo, qué será de él; mi buena amiga huanuqueña, Anabel, con su infinita ternura y a la vez locura, azuzándome, ayudándome…siempre. Gustavo, Lolo, el Burrito, Max (my brothers), Eréndira, Lupe, Patricia, Liny, Secundino, Lino, Melesio, Shego, Noyo, Rosario Claribel, Delfina, Grone Fernando, Willy Loyola, Guto, Kokin, Rosa, Checa, Yoyita, Patita, Hermogenes, Milton, Sarinova, Luis y Jorge de Chungo y batán…si me olvido de alguien mis disculpas, pero no tengo muchos amigos. Por todos ellos seguiré escribiendo y muriendo a la vez.
Este concurso, al cual me refiero, tuvo acogida a nivel nacional, se presentaron 33 trabajos en poesía y 47 en cuentos. El primer puesto en poesía lo ganó el ancashino Alejandro Mautino Guillén con “Anatomía de la sombra” y en segundo lugar Felipe Montenegro Duarez, de Trujillo, con “Destellos de un verso”. El jurado que calificó a éstos y las menciones honrosas fueron los conocidos vates, Santiago Aguilar Aguilar y Jaime Abanto Padilla. En el rubro de cuentos se hizo acreedor al primer puesto el joven Marco Antonio Fernández Cuellar del Callao con el cuento “El sueño eterno” y el segundo lugar a este humilde contador de cuentos con “El basurerito”. El jurado fue compuesto por los poetas y narradores Carlos Cabrera Miranda, William Guillén Padilla y Jorge Wilson Izquierdo Cachay.
Este segundo puesto lo dedico con mucho cariño a todos los arriba mencionados y no mencionados por mi frágil memoria y me pone en el compromiso de seguir bregando en el difícil camino pedregoso de las letras. La noche de la premiación ocurrió una bonita anécdota, el primer puesto en cuentos es un joven periodista, nos enteramos que tiene un post grado en la Universidad mayor de San Marcos en Lingüística, esto significa que tenía toda la razón del mundo llevarse la estatuilla “Garza blanca” con el premio pecuniario incluido. “Qué bueno que se lo haya ganado un joven profesional, con los pergaminos que tiene me siento contento, pues a mi me enseño Gutenberg Aliaga Zegarra Lengua y Literatura en el cole, antes mucho, el segundo puesto me honra en demasía y por ende, a mi profesor.”
Elmer Rafael Castillo Díaz
Hace unos días la joven Marcionila Aliaga Díaz quiso agradecer al Divino el que le haya devuelto la vida, literalmente “volvió a vivir” después del trágico y penoso accidente que sufrio, con una misa que se celebró en la iglesia matriz de nuestro distrito. Los familiares y amigos se reunieron para tan real gratitud a nuestro creador. La realidad es que nuestra “Masho” es muy querida por muchas personas, no estuvo llena como las misas de mayo donde se siente la arrogancia, vanidad y las poses de divos que creen tener los visitantes al templo de San Isidro, en esta singular ceremonia el calor de la verdadera amistad se sintió con más fuerza, libre de hipocresías. Pese a que aún tiene algunas pequeñas dificultades motrices, su buen humor y su tierno corazón conservan esa frescura natural y, que muchas veces raya la locura propia de los “Natuchos” (por la bisabuela Natividad). Ahora la vemos departir su alegría por donde vaya, baila, cuenta chistes de todos los colores, moja sus labios con algún buen licor (“para no perder la costumbre”, como dice ella) y, pronto creará su perfil en el facebook, dizque, para poner en él sus fotos artísticas, qué bueno. Por su juventud, carácter y personalidad, no hubiera sido justo que el Señor se la hubiese llevado, por eso y muchas cosas más, me sumé a la ceremonia con placer y aunque soy algo agnóstico, en mi alma hereje le di las gracias al Creador por poder compartir los pocos años que me quedan con alguien muy especial.
Los meses de los “bres” llegaron. A cierta edad los años pasan inmisericordes, se hacen cortos y queremos detenerlos y alargarlos a como de lugar, desde luego sabemos lo imposible que es, de ahí que el hombre es el único animal consciente de su paso fugaz por el mundo. Algunos nos quitamos algunos añitos, otros con la tecnología estética quitándose un montón de años, las cremas y las dietas ayudan para estos menesteres de querer estar siempre jóvenes. El tiempo avanza inexorable, creo que Dios debe estar bien viejito, imagínense cuántos años debe tener que Matusalén queda corto, tal vez sea por su edad que no se preocupa por su creación o, ¿será el Alzheimer?, su creación está patas arriba y el no se da por enterado. Personalmente me contento de que su máxima creación no sea la vida, sino, la muerte…entonces, bienvenida sea ella.
Me llegó vía Email (asuu, ya parezco gringo) una invitación del I Concurso Literario Nacional, cuento y poesía, “Libro verde, garza blanca”. Es la primera vez que recibo este tipo de invitación, siempre he pensado que no tengo madera de escribidor, y, les doy la razón a muchos que dicen que debería dedicarme a trabajar en vez de holgazanear escribiendo mis “tonterías”. No sé cuantas veces quise tirar la toalla e irme a cualquier puesto de salud por nuestras comunidades como técnico de enfermería. Mi madre en una ocasión me dijo, “…hijo, yo apenas tengo tercer año de primaria y lo que haces me gusta…lo que no me gusta es que gastas tus (bellos) ojos leyendo como gafo…”. Mis hermanos, aunque no me lo dicen, están conmigo. Mis hijos, incluyo a mis hijos políticos; Juan Carlos y Karina, les escucho decir con orgullo a sus conocidos, “mi padre escribe”. Flor, mi esposa, renegando por el “vano oficio” me alienta en su interior. Los familiares cercanos animándome con sus comentarios y llamadas de teléfono…tío Ernesto, Miriam, Lastenia, Oscar, Luzmila. Y mis amigos, uno de ellos, Edwin, me ayudó con sus opiniones crudas y realistas a mejorar cada Witotada y a quien no veo desde Mayo, qué será de él; mi buena amiga huanuqueña, Anabel, con su infinita ternura y a la vez locura, azuzándome, ayudándome…siempre. Gustavo, Lolo, el Burrito, Max (my brothers), Eréndira, Lupe, Patricia, Liny, Secundino, Lino, Melesio, Shego, Noyo, Rosario Claribel, Delfina, Grone Fernando, Willy Loyola, Guto, Kokin, Rosa, Checa, Yoyita, Patita, Hermogenes, Milton, Sarinova, Luis y Jorge de Chungo y batán…si me olvido de alguien mis disculpas, pero no tengo muchos amigos. Por todos ellos seguiré escribiendo y muriendo a la vez.
Este concurso, al cual me refiero, tuvo acogida a nivel nacional, se presentaron 33 trabajos en poesía y 47 en cuentos. El primer puesto en poesía lo ganó el ancashino Alejandro Mautino Guillén con “Anatomía de la sombra” y en segundo lugar Felipe Montenegro Duarez, de Trujillo, con “Destellos de un verso”. El jurado que calificó a éstos y las menciones honrosas fueron los conocidos vates, Santiago Aguilar Aguilar y Jaime Abanto Padilla. En el rubro de cuentos se hizo acreedor al primer puesto el joven Marco Antonio Fernández Cuellar del Callao con el cuento “El sueño eterno” y el segundo lugar a este humilde contador de cuentos con “El basurerito”. El jurado fue compuesto por los poetas y narradores Carlos Cabrera Miranda, William Guillén Padilla y Jorge Wilson Izquierdo Cachay.
Este segundo puesto lo dedico con mucho cariño a todos los arriba mencionados y no mencionados por mi frágil memoria y me pone en el compromiso de seguir bregando en el difícil camino pedregoso de las letras. La noche de la premiación ocurrió una bonita anécdota, el primer puesto en cuentos es un joven periodista, nos enteramos que tiene un post grado en la Universidad mayor de San Marcos en Lingüística, esto significa que tenía toda la razón del mundo llevarse la estatuilla “Garza blanca” con el premio pecuniario incluido. “Qué bueno que se lo haya ganado un joven profesional, con los pergaminos que tiene me siento contento, pues a mi me enseño Gutenberg Aliaga Zegarra Lengua y Literatura en el cole, antes mucho, el segundo puesto me honra en demasía y por ende, a mi profesor.”
Elmer Rafael Castillo Díaz
2 comentarios:
Primero lo primero, te felicito Elmercitooooooo, por el bien merecido premio, te dejo un beso enormeeeeeee`para ti con cariño y ahora me voy a leer un ratito ok??? al basurerito.... muakkkkkkkkkkkkkkkk
Elmer,
Pues estoy sorprendido y debo reconocer que no lo esperaba, antes, recibe un abrazo y mis sinceras felicitaciones, sigue así que ya estas cerca…con esfuerzo, dedicación y sacrificio se consigue todo en esta vida, deseo todo lo mejor para ti y tu familia: .PROSPERIDAD, ABUNDANCIA y PAZ..
Amigo, no es tan difícil…ni pedregoso, las letras….es solo DEDICACION, y ESTUDIO y tu sabes muy bien que dicha Sabiduría no están en la academia, esta dentro de ti,.. Lo vas a encontrar.
Tu amigo de siempre.
William David Loyola Matos
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