Perú

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20.9.11

El hilo siempre se rompe por el lado más débil...


WITOTADAS

La nostalgia que sentimos cuando nos encontramos lejos de los nuestros y de nuestra tierra, acongoja el alma y el corazón, más, si hay un amor que espera ansiosa nuestra llegada y a quien no le importa los días, meses y años de ausencia del amado lejano. También están los parientes cercanos, quienes cuentan con orgullo a sus amistades, “mi primo, fulanito de tal, viene de “Tamandapio” para la fiesta, con el saldremos a pasear, pues viene con su carro y a tomarnos unos tragos en “Xiomara””, con ese orgullo que brota de todo su ser. El estar lejos acrecienta nuestro cariño, ahora con eso del facebook, blogs, páginas web y demás medios para comunicarnos, pareciera que estamos casi a lado de nuestro pueblo, pero extrañamente, es sólo virtual, no podemos saborear, oler, escuchar y sentirlo, sólo podemos mirar con desesperación lo que ante nuestros ojos presentan estos medios.

Podemos ver, en las fotos y videos, el horno con la leña crepitando en su interior y las latas de pan entrar en ella luego de limpiarlo con la escoba de molle, pero jamás podremos sentir el calor, el olor, sabor, por más 3D que tengamos delante de nosotros. Cada vez que llego a visitar a mi familia en Cajamarca me dicen, “…tú hueles a Sucre…”, es cierto, el olorcillo a Sucre es inconfundible, creo que desde el vientre de mi madre lo tenía, el de Huánuco y el Huauco (por una N no son iguales), con esa intensidad. Por Huancayo lo percibí completamente cuando tío Porfirio nos visitaba y desde ahí lo llevo en mí. Todos los pueblos, hasta el más recóndito rinconcito del mundo, tienen esa fragancia característica e inconfundible, telúrica y eterna, sus hijos son quienes lo transportan y lo dejan por el mundo. Y no olvidemos el dejillo, el del Huauco y el de Huánuco…son inconfundibles.

Esa ansiedad, que carcome el alma y no me deja dormir muchas noches, lo siento cuando añoro regresar a Huánuco, no importa que sea por un día, me gusta abstraerme que estoy entrando y sintiendo ese olor a huerto, acompañado muy cerca del Huallaga, por la mañana al terruño primaveral. Sentado en TRANSMAR (antes era en ETPOSA), con los cinco sentidos en alerta, desligándome de mis sueños y sabiendo que la realidad, mi “realidad” va a tardar a que se cumplan esos sueños, con lo cual no quiero decir que algún día no se cumplan. Para pasearme como un completo desconocido por ese barrio amado que me dio los mejores ensueños de mi atolondrada vida. Disfrutar del aroma inconfundible de la cabellera azabache adolescente, mezclada con la brisa del Huallaga (¡Dios!, sensaciones inimaginables) y esperar, aunque sea en vano, salir la cabecita de la pequeña ratoncita por la ventana o del “shucuy” para irnos a vagar.

El afecto es algo tan natural que no necesita de academias ni escuelas y como tal, necesita de expresiones. Es el estar juntos sin pronunciar palabra alguna y sentir que siempre estará ahí, por más lejos que se encuentre por ese lazo invisible que une distancias. Sucede a veces que nos deprimimos cuando tenemos la impresión de que no hay nadie en el mundo que nos aprecie, que ya nos olvidó y, caemos en la sensación de un vacío oscuro y absoluto que inunda nuestra existencia. Es suficiente un “hola Negrín o un Hola Wito, qué tal…tas” del otro lado de la pantalla o del celular; y, los colores vuelven a brillar por más opaco y lluvioso que estén nuestros días. Tener amigos con quienes compartir nuestras vidas, por eso escribo, es un regalo precioso que debemos cultivar y cuidar. Es una química indisoluble, que deja mezquindades a lado, quién no tiene defectos, tiernos y terribles, que asustan, con ellos o sin ellos, ¿quién no tiene pasiones oscuras? La amistad persiste por la eternidad…siempre y cuando, ésta, sea verdadera, sino, nunca hubo ese apego amical, sólo fue una corrientada de aire fresco que rejuveneció el cuerpo, más no el espiritu.

Parece que mis días están contados en este mi negocio de juegos en Red y una máquina de Internet. La municipalidad está abocada a que todos los negocios tengan su licencia municipal y el certificado de salubridad y encima, RUC. Me parece una buena medida. Un funcionario edil, el gobernador, el juez de paz, un policía y un técnico en salud, recorren las tienditas de nuestro distrito exigiendo estos requisitos para su funcionamiento, en caso contrario, por ley, clausuraran los locales. Con la deuda que tengo con el Servidor y encima esto, parece que no voy más, el retiro a mis aposentos se acortó.

Veamos, los establecimientos, lo digo con seguridad salvo dos o tres, su venta diaria no supera los diez nuevos soles ni los fines de semana. Si queremos recaudar impuestos y exigir a los pequeños comerciantes a que lo hagan, debemos comenzar con los grandes hacendados de nuestras alturas que no lo hacen desde que tengo uso de razón acerca de lo que significa tributación. Cientos de hectáreas productivas, con docenas de ganado lechero, viven gratuitamente por años, si uno se da la vuelta un sábado por el caserío de Cruzconga verán a los nuevos gamonales regar la cerveza a doquier olvidándose de los arbitrios anuales que los hacen vivir decorosamente y lo piezan los domingos en Celendín. ¿O están exonerados de hacerlo por alguna ley?

Certificado de salubridad, en vez de exigir que tengan las tiendecillas este documento, deberían ir de casa en casa exigiendo que sus servicios sanitarios de agua potable no desperdicien cientos de litros del líquido elemento diariamente, por algún desperfecto en sus llaves, caños y demás.
A qué se debe este súbito afán de poner orden en un pueblo pobre y sin alternativas, que subsiste gracias a la creatividad de sus lugareños. ¿Alguno de ellos se ha ido a poner orden a la calera que funciona en la Quinuilla y exigirle que pague los impuestos correspondientes al municipio? El hotel, “El mirador”, ¿también será auscultado como lo hacen con los pequeños negocios?, las chancadoras del ex alcalde, ¿lo visitaran?

En fin…



Witoto

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey Witoto, un saludo grande a la distancia.
Como siempre es grato leer tus relatos, cuentos, anecdotas, comentarios etc....veo con beneplacido que sigues haciendo de tripitas corazon y con mucha fuerza (espero no vana ) para que en algun momento tus comentarios sean leidos y se conviertan en un contributo aunque sea pequenio pero eficaz para que las cosas mejoren en nuestro adorado pueblo que es el deseo de todos los que amamos esta maravillosa tierra del Huauco.
.....Que me vas decir sobre la Nostalgia que se siente cuando estamos lejos de nuestro pueblo querido amigo, yo vivo con eso, suenio con eso y cuento los dias, las horas y los minutos hasta que llegue el mes mas bonito del anio, MAYO, ese Mayo que nos vuelve locos por tantas emociones, por tantos momentos gratos e inolvidables, pero ese mes tambien vuela y luego nos hace volver a la realidad y como se dice en mi mundo: El Show debe continuar...!!
Un abrazo fraterno amigo mio
Edwin Tinoco
Italia

Elmer dijo...

Edwin:
Sí, el show debe continuar. Acá me encontrarás hasta que "estire la pata", que seguro será después de ti, porque los años que me llevas, son algunos. Me dio mucho gusto leerte después de "añales", pero sé que estabas ahí, como dicen que eres un "iscaysudo", al igual que yo, pues no nos queda otra que seguir en esto.
"Y como decíamos ayer", seguimos, seguiremos, sin que haya una persona que separe la nostalgia que nos confunde.
Un abrazo mi estimado, lejano y cercano amigo.
Cuídate.

Patty dijo...

Ainssssssss los quiero a los dos... me llené de nostalgia... besossss****

Anónimo dijo...

que chevere que Edwin y tu se reencuentren, bien porque al parecer esa persona que los estaba separando de la nostalgia que los confune al fin se ha esfumado

muy chevere volver a leerte por aqui Edwin

y besos a los dos

Elmer dijo...

Hola Anónimo:
Persona?...no, no hay persona...la nostalgia es un ente que hace vibrar el alma de cualquier ser humano por la espera de llegar a ver sus sueños. A veces esos sueños se alejan y ni siquiera puedes alcanzarlos por más que estires la realidad hasta tu adolescencia.
Y lo sabes...cuando no hay respuestas, ni preguntas, ni susurros...queda la soledad y esa...es la que da miedo.
Un abrazo anónimo...sospecho quién eres (sospecho?...no)
TQM...

Anónimo dijo...

hola amigo elmer me dio curiosidad poder conocer lo que haces difundir tus costunbres y tierra que te vio nacer se que no me conoces ni yo a tipero si a tu primo mario diaz y su esposa luzmila me hablaron mucho de ti me gustaria poder platicar algun dia creo que tenemos cosas encomun pero bueno el tiempo sera el que desida si nos da la oportunidad de conocernos un saludo desde usa mariland .

Anónimo dijo...

No seas pendejo pe negro, si tienes tu negocio caballero nomas a pagar; y si ves que los grandes no pagan, denuncialos en tu revista por algo hay libertad ¿no?

Elmer dijo...

Hola anónimo:
Cierto mi estimado amigo, soy familiar muy cerca de Mario, claro que podemos conversar el momento que tu desees, y podernos conocer más, encantado de la vida.
Un fuerte abrazo y saludos.
Elmer

Elmer dijo...

Hola Anónimo 2:
No lo hago de "pendejo", ni mucho menos de insensible, sé que los impuestos deben ser lo primero cuando se tiene un negocio. Y lo que dices, sí amigo, al escribir el artículo estoy de alguna manera diciéndoles eso, que los "cholazos" paguen también.
El problema es que sobre las letras se zurran estos señores y si eres de nuestro pueblo sabrás que es verdad.
De todas maneras agradezco tu comentario.
Elmer