WITOTADAS
No todos los días nos levantamos con el píe derecho, hay días que es el píe izquierdo el que pisa el frío machimbre de nuestro cuarto. Había perdido hasta el alma el día anterior en la timba (juego de azar, el casino); y como su casa estaba al frente del antro, tuvo que sacar la YAMAHA para que se quede de prenda por la cantidad apostada; y el pendejo que le ganó, encima para variar, le pidió la tarjeta de propiedad. Mejor dicho, esa motocicleta no sería montada nunca más por su verdadero dueño. El ganador o los ganadores de esa noche le invitaron algunos tragos y se fue a casa zigzagueando su pesar y la pena por su vehículo.
Para agravar su mala suerte o su mala cabeza (en este juego de azares), se despertó tarde y su trabajo estaba a una hora y media caminando. En su modorra había olvidado que ya no tenía su transportador. Apenas pudo asearse y tomando una meruca de la cesta y su cartapacio (con sus registros, notas, pruebas) del escaño, salió casi corriendo que por poco atropella a un transeúnte que pasaba por casualidad por su puerta.
Tras de él, con la misma velocidad, salió su Benjamín para reclamarle la propina de todos los días. Su viejo podía olvidarse de todo menos de su “china” (cincuenta céntimos de un Sol peruano), los alfeñiques (azúcar derretida con un poco de agua, a fuego lento y con algunas gotas de limón) del viejo Pedorro (un anciano que vendía estos manjares pueblerinos en su humilde tienda) era la exquisitez del día y no podía dejar de comerlos. O sea, la “china” salía de todas maneras.
- Papi, papi…mi propina.
- Qué propina ni propina, anda a la casa.
- Ya pues papi, mi china.
- ¡Carambas!, te he dicho que vayas a la casa, en la tarde te doy la propina.
De dónde le voy a dar la china si no tengo ni para una meruca (pan), iba pensando en su raudo caminar. Mientras el niño a la carrera y pidiendo la china iba pisándole los talones. Al llegar a la esquina, el profe timbero, se detuvo molesto y se enfrentó al peque refunfuñando.
- Ya pues papi, no seas mala gente, mi china.
- Qué china ni china carajo, acaso no estás contento con el huevazo que te has tirado en el desayuno - le dijo casi irritado -.
El niño sorprendido y boquiabierto se quedó viendo cómo su padre se alejaba casi corriendo por el barrio de Minopampa.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26734711
Para agravar su mala suerte o su mala cabeza (en este juego de azares), se despertó tarde y su trabajo estaba a una hora y media caminando. En su modorra había olvidado que ya no tenía su transportador. Apenas pudo asearse y tomando una meruca de la cesta y su cartapacio (con sus registros, notas, pruebas) del escaño, salió casi corriendo que por poco atropella a un transeúnte que pasaba por casualidad por su puerta.
Tras de él, con la misma velocidad, salió su Benjamín para reclamarle la propina de todos los días. Su viejo podía olvidarse de todo menos de su “china” (cincuenta céntimos de un Sol peruano), los alfeñiques (azúcar derretida con un poco de agua, a fuego lento y con algunas gotas de limón) del viejo Pedorro (un anciano que vendía estos manjares pueblerinos en su humilde tienda) era la exquisitez del día y no podía dejar de comerlos. O sea, la “china” salía de todas maneras.
- Papi, papi…mi propina.
- Qué propina ni propina, anda a la casa.
- Ya pues papi, mi china.
- ¡Carambas!, te he dicho que vayas a la casa, en la tarde te doy la propina.
De dónde le voy a dar la china si no tengo ni para una meruca (pan), iba pensando en su raudo caminar. Mientras el niño a la carrera y pidiendo la china iba pisándole los talones. Al llegar a la esquina, el profe timbero, se detuvo molesto y se enfrentó al peque refunfuñando.
- Ya pues papi, no seas mala gente, mi china.
- Qué china ni china carajo, acaso no estás contento con el huevazo que te has tirado en el desayuno - le dijo casi irritado -.
El niño sorprendido y boquiabierto se quedó viendo cómo su padre se alejaba casi corriendo por el barrio de Minopampa.
Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26734711
2 comentarios:
Ajá.... que chincheta el chibolo ah??? jajajaj asi son Elmer... y claro al padre un POING!!!!!! a ver si deja ya de cuentos con la tima y esas cosas jummmmm
besossssssss ***
Que raro que no hayas escrito nada sobre el Maestro?????? bueno un abrazo.. *** o_Ô
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