WITOTADAS
Una foto es testigo de mi “precoz
envejecimiento”, forzado, el mes de mayo pasado. Cómo no envejecer y tener cara
de trasnochado (“¡…qué tal amanecida Negrito!”) si eran más de siete días que
no dormía, casi, nada. Apenas cerraba los ojos, los abría, asustado de qué
hacer y cómo solucionar los imprevistos. Imprevistos que tenía que resolverlos;
nervioso y tensionado estiraba el brazo para poner entre mis dedos un
cigarrillo, para ver si me ayudaba a resolver los benditos imprevistos.
Minutos, horas, mañanas y noches completas, sin dormir, sin quitarme de la
cabeza la angustia, tenía miedo que un día de esos cometiera alguna barbaridad.
Me abstuve de consumir algún medicamento para la ansiedad, los filtros eran mi
paliativo. Cada día que pasaba se hacía, más, evidente mi malestar. El estar a cargo de un evento cultural,
resultó demasiado serio. Algo muy serio, el reto se me estaba escapando,
peligrosamente, de las manos e iba a resultar un fiasco, una burla, un
hazmerreír. Seguro que algunos “amigos” deseaban ver el fracaso del evento,
para zaherir mí “supuesta” inmadurez y a la municipalidad por apostar por esa
misma “supuesta” inmadurez.
El I Concurso Nacional de Cuentos
y Poesía: “Huauco de Oro”, fue organizado por los amantes de la cultura
sucrense, la Asociación Cultural “Letras Huauqueñas” y la Municipalidad
Distrital de Sucre. Doy gracias a cada uno de ellos por poner el hombro y, se
haya desarrollado de la manera que se había planeado. Una de las intenciones,
aparte de los valores culturales agregados, que motivó la organización del I
Concurso, fue poner en claro y alto, que el Huauco, ahora Sucre, no es un
pueblo del montón. Que aún hay personas que desean ver a su juventud
interesarse por aspectos, motivaciones y realidades más importantes, que las
cosas banales que les dan los medios de comunicación y la propia educación. Gracias a los amigos que, desde lejos, nos
hacían llegar sus energías positivas con mensajes motivadores de seguir
adelante. A los amigos que no fueron nombrados en la ceremonia, debido al
tiempo, pero estuvieron ahí “sudando la gota gorda”. A ellos mis felicitaciones
y agradecimientos:
A mi joven vecino, amigo, buen
conversador, inteligente, Walter Mariñas Sánchez, por llevar la ceremonia de
manera virtuosa, no se intimidó, los personajes que estuvieron en la Mesa de Honor
eran para tartamudear. Me hubiera pasado. La ceremonia trascurrió de manera
agradable y supo capear algunos pequeños inconvenientes propios del tiempo,
“hora peruana o Cabana”.
Mi amiga, Deilú Oliveros Soto,
promotora de la cultura cajamarquina, hacedora de poemas a la niñez y la vida,
una vida prolija en la vida cultural de nuestro departamento; quien a cada
momento se interesó y estuvo pendiente del Concurso, no quiso perderse la
ceremonia y nos acompañó la noche del 13 de mayo.
A la “Burrita”, al amigo de una y
mil anécdotas, al flaco de la mente ágil, el rey de la ironía sana, José Lino
Rojas Mori, me sumergió en el mundo de la tipografía moderna y nos ayudó mucho
con las tarjetas, afiches y el banner, salió a precio de costo gracias a sus
contactos. Mis respetos “…así no es pe Burrita”.
Al talentoso profesional, educado
y joven amigo, Jorge Delgado Tinoco, Kokish para el barrio, los familiares y
amigos. Nos creó el facepage, contactó con periodistas de la provincia para
extender, mediante entrevistas, la noticia del I Concurso…, se te va a extrañar
Kokish.
A don Elmo Santiago Cotrina Sánchez, quien pese a sus multiples ocupaciones se dio un tiempo para ayudar en el arreglo del local y demás "cositas", con su apoyo incondicional se mejoró.
Un agradecimiento especial a mi
hija, Athala…subsanó varios de esos “imprevistos”, de los cuales explicaba, mi “precoz
envejecimiento”, letras arriba.
Wito…
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