Perú

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2.7.09

Witotadas/Julio del 2009

Qué fácil y patético es distraerse con la muerte, por cierto, muy lamentable por los hechos, de una artista folklórica de nuestro país, Alicia Delgado. Encima, en los Estados Unidos de América (qué nombrecito eh, debemos hacer algo para que ese inmenso país adopte un nombre bonito) el Rey del Pop, Michael Jackson, fallece de un paro cardiaco en Neverland por los excesos en su medicación, el Demerol y otras sustancias que usaba para los dolores que sufría. Más aún, Farrah Fawcett, el angelito más bello de Charly se despedía del mundo ese mismo día. Personalmente estas muertes afectaron mis días, momentos y mis pensamientos giraron en torno a ellas. Cada una con cierta afectación.
Mientras tanto en el Congreso, la interpelación de censura al Primer Ministro Yehude Simon y a su lugarteniente del Interior Mercedes Cabanillas (quienes agradecían de alguna forma a los muertos), pasaba desapercibido, sin son ni ton, con algunos dimes y diretes de los conocidos bravucones, que a la hora de la verdad son unos gatitos ronroneros. Los viejos zorros conocedores de que píe cojean los adversarios (prebendas, cargos, comisiones, favores, etc.,…) sacaban sus garras afiladas para defender y rechazar la moción de Censura, que es casi seguro que en la votación no llegue a concretarse por no llegar a los 61. No es necesario señores congresistas ni “compañeros” apristas, por que el pueblo entero los ha censurado, no solo eso, hasta los detesta y repudia por ser los causantes intelectuales de la muerte de 34 peruanos en Bagua.
*Tengo que rectificarme por un artículo anterior, había puesto “cientos de víctimas”, hasta el día de hoy sólo hay treinta y cuatro. Mientras no haya un comunicado oficial me basaré en los Organismos gubernamentales e internacionales que vienen investigando.
Hace unos días estuvo de vacaciones en su Huauco querido, José Luis Aliaga Pereyra, un alma sensible, a quien le tengo un gran cariño y respeto. Conversar con él es toda una delicia, escucharlo acerca de sus proyectos me hace soñar un poco en la distancia del pasado, casi toco y huelo de cerca sus narraciones, más aún cuando los escribe, es todo un reto no acabarlos de una buena vez. Lo mejor que sabemos hacer es platicar con algunas espirituosas al frente, riendo, recordando, llorando…, y enrumbamos a José Gálvez junto con el amigo David, a su pequeña plazuela, que por cierto, es muy acogedora y hermosa. De “nashacos” tomamos un auto, al llegar nos quiso cobrar un nuevo Sol por cabeza, “estás loco, nos ves con cara de turistas, este terno es el único que tengo desde hace casi veinte años, mira mi cigarrillo, es Caribe no Malboro”, le dije, de todas maneras nos saco dos solanos por los tres. La pequeña rabieta se nos pasó cuando pasamos al bar y fuimos atendidos elegantemente por la señora, quien nos puso buena música y comenzamos a divagar de nuestras bohemias. Pero como nunca faltan las personas que malogran una reunión, nuestro Cushuro, Victor, en una tremenda y soberana tranca llegó a interrumpir la tarde, felizmente con la gracia y belleza de la dueña del establecimiento logro retirarse. Gajes del oficio. Regresamos tarde, llenando nuestros alveolos del frío de la Misionera.
Les comentaba a algunos amigos que el viejo Huauco invita a leer, su tranquilidad vaporosa nos induce a tener algo de letras delante de nuestros cansados ojos. He tenido que ojear algunas novelitas “pishtacas” (mi hermano Pepe es fanático a las pistoleras) de don Marcial de la Puente Estefanía, ese del vaquero desgarbado y vestido de negro, que sobrepasa los siete pies, los revólveres colgando a medio muslo, con un caballo que parece más un ruano pero que gana todas las competencias equinas de la fiesta del pueblo. En fin. Había terminado de leer “Memorias de una geisha” de Arthur Golden (gracias a mis buenas y guapas amigas, Eréndira y Patricia) y no tenía nada entre manos. Hace algunos años, cuando el profesor Fernando Aliaga fungía de director de la Escuela frente a mi casa, gentilmente me dejó leer las novelas que tienen en la biblioteca, pequeña, pero agradable, variada. Presto y pensando que encontraría algo edificante para mi “vicio” en mí colegio San José. Oh sorpresa, no encontré variedad, me refiero a los autores como Saramago, Borges, Francisco Izquierdo Ríos (Chachapoyano), Alfredo Pita (shilico); Raúl Porres Barrenechea, que seguro en historia nos daría una cátedra con sus libros; Alfredo Bryce Echenique, el bohemio escritor que visitó Celendín, Sucre, muy amigo del Mine, bohemio profesor celendino; o solazarse con los poemas de Amalia Puga ya que no existe de la huauqueña (Monja, creo que no saben quién es); o los libros de mi amigo William Guillén Padilla, cajamarquino, ganador de algunos premios; a mi amigo y profesor Gutenberg Aliaga Zegarra, deben conocerlo, pues vive en Sucre estos años. Haré un pedido a los de mi Promoción ALRODO, a ver si en nuestras Bodas de Oro, o si no antes, donamos algunas buenas novelas a la Biblioteca de nuestro San José. Y sigamos esas bellas palabras “El Perú se salvará bajo el polvo de una Biblioteca” de don Francisco García Calderón.
La administración del fluido eléctrico del distrito de Sucre hace más de dos años pasó a Hidrandina. Empresa Administradora que cobra más de dos nuevos Soles por concepto de “Alumbrado público” (fíjense en los recibos). En Minopampa hay focos que son “a ratos”…se prenden, se apagan. En algunas esquinas la “luz brilla por su ausencia”. Para los jóvenes enamorados, mejor. Qué tiempos aquellos cuando la luz era de seis de la tarde hasta las seis de la mañana. Su llegada era imponente, reventaba focos, a la media hora, “cashca” (tizones de leña apagándose), sólo nos reconocíamos por las sombras, qué capacidad para saber quién venía por la esquina sólo por su andar, su tambaleo, su tos. A partir de las once de la noche volvía a subir, pero era cuando estábamos en las cujas durmiendo. Ahora que nos han acostumbrado a tener una “buena” luz, los apagones son constantes, sin embargo en las esquinas de mi barrio carecen de ellas (La Toma debe ser igual, pero me da pereza subir hasta allá). Si hacemos una suma elemental, son más de cuatrocientas casas que pagan este servicio de dos y pico de soles, tenemos 800.00 nuevos Soles mensuales. Con esto se podrían comprar luminarias para que no haya problemas cuando los ancianos vayan al velorio de un paisano por esa oscuridad, y, si llueve, peor.

Elmer Rafael Castillo Díaz

4 comentarios:

Unknown dijo...

Querido Negrito dos puntos

Como siempre. . . tus relatos emotivos y divertidos. . .que buena onda el pago de auto. . .y mas divertido el final....como que necesitan luz para que no sufran los ancianos si tienen que ir a un velorio....mejor por si tienen que ir un ratito de reven...no ???

Mi carino para ti Negrito. . .

Unknown dijo...

P.D. . . Negrito. . no te dije. . pero..me emociono leer que te acordaste de mi en esta nueva witotada. . . eres un amor. .!!!

La Barbie... dijo...

nuestro Cushuro, Victor, en una tremenda y soberana tranca.....

Bien Elmer ahora si entiendo.... iki no se a ti pero a mi me da algo asi como cosas leer mi nombre en alguna mención..jejejej con lo tímida que soy :)

Se les quiere a los dos muaksssssss ;)

Unknown dijo...

jajajajajajaja Barbie. . . ahora si me hiciste reir. . .con eso de que eres timida. . jajajajajajaja

Y habra algun chico guapo que se aparesca por este blog ???

Yo tambien los adoro !!!!!!

Besos y mas besos. . . !!!!