WITOTADAS
El ser humano necesita muchas veces desembarazarse del pasado para continuar su vida con tranquilidad, aferrarse a los recuerdos, contribuye a dañarse y dañar sentimentalmente a esos seres que esperan, incondicionalmente, ser parte de ellos. Me gusta escuchar a los Panchos, los Manantiales, a Lucho Barrios, Rubén Blades, José José…todos ellos nos traen momentos imperecederos a una generación que hoy, con cierta injusticia, nos llaman “viejos”, recuerden que una vez lo experimentamos con nuestros padres. Debe suceder igual con los jóvenes hoy en día, van guardando las letras y a los cantantes de las canciones que escuchan, para mañana más tarde sus recuerdos evoquen vivencias alegres y tristes con las personas con las que lo vivieron, seguro. Entonces dejémoslos tranquilos que vivan su realidad por más pesada y estúpida nos parezca su música. Los recuerdos pesan más que los años.
Los comentarios difieren mucho de cómo se lo diga y quién los dice. Hay quienes lo dicen con una intencionalidad maligna, como si con ello las puertas del paraíso les serán abiertas de par en par y ser invitados de lujo a la diestra de los santos y demás que se golpean el pecho en la iglesia, arrojando de ellos todo el mingitorio que llevan en el alma. Han hecho de ello su forma de vivir, atacan con todo lo que tienen a mano, es su forma de hacer crítica y así escriben, y, vaya a ver usted cómo son elogiados por propios y extraños.
En Lima estudiaba mi amigo Moisés Rojas Aliaga, en la prestigiosa universidad San Martín, Economía. Su humilde cuarto estaba en la azotea en un edificio del distrito del Rímac. Lo compartía con un familiar que sólo se encontraban por la noche a las horas de Morfeo. Los fines de semana por la tarde me gustaba visitarlo, tardes bohemias y exquisitas, nos deleitábamos observando a una de sus vecinas de uno de los pisos inferiores, quien coquetamente sabía lo que tenía y nos regalaba una visión de infarto, con sonrisa incluida, viéndonos afanosos ganarnos la exclusiva por la pequeña ventanilla. El cuarto medía a lo mucho seis metros cuadrados donde estaban acomodadas dos literas. Al entrar por la puerta se podía ver el camastro de Moisés impecable, libros, ropa, zapatos y demás enseres ordenados milimétricamente. Al voltear la mirada a la izquierda todo era un caos, la cama destendida, sucia, los chuzos una desgracia, ropa amontonada en estado calamitoso; el familiar trabajaba y estudiaba, no tenía tiempo para dedicarle un espacio para su aseo personal.
Disfrutábamos de un vino tinto helado chileno, una tarde de verano, cuando llegó su compañero de cuarto. Se unió a nosotros previa invitación, tenía que dejar de asistir a una de esas reuniones clandestinas de grupos extremistas. Tenía un buen terreno fértil en éstos novatos de la “realidad peruana”. La elocuencia con la que nos hablaba podría haber convencido al más reacio de los humanos. Se despachó a su gusto invitándonos a tomar las armas e irnos a la “Lucha armada”.
Moisés, escuchaba con una sonrisa en el rostro y con la paciencia que lo caracteriza, luego de tan aleccionara perorata, le dijo; “…mi estimado Arturo, genial lo que hemos escuchado, tienes toda la razón,…, es hora de unirnos a la Revolución. Pero no crees que debemos comenzar la revolución por nosotros, el día que veamos tu cama, tu ropa, tu persona limpia, ordenada, ese día, con todo el gusto del mundo apoyaremos la lucha de clases…”, acababa de ganarse un enemigo encarnizado, su ideología no respetaba, ni respeta, padres, hermanos, niños, ancianos; peor, amigos. Y mi amigo sigue vivito y coleando, disfrutando de la vida a su manera.
El dinero no cambia a las personas, las descubre en su total desnudez. Debe estar sucediéndoles esto a los jugadores de nuestra selección, que no asimilan el verdadero valor del dinero, ¿cómo pues? Nadie puede dudar de las cualidades que tienen en sus extremidades inferiores, pero pareciera que también piensan con ellas. La camiseta blanca y roja “es una cojudez” para ellos, parafraseando al conductor de masas católicas de nuestro país. Y no es novedad, psicólogos, psiquiatras, especialistas, familiares, ex seleccionados, han tratado de explicar el por qué de este zafarrancho conductual de los tristes y célebres jugadores. Para mi sólo hay una, la educación. Hay momento para reunir todos los momentos del mundo: divertirse, leer, jugar, reír, escuchar, hablar, hacer el amor, tomarse un trago, llorar, estudiar, soñar, etc., etc.
Un comentario hecho por una persona anónima referente al artículo anterior me puso “saltón”. Me sugiere que debo cuidarme de las personas a la cual aludo en el escrito. Tanto así que ahora me he dedicado enteramente a ser hogareño, aparte que siempre lo he sido, mis salidas son a escasos metros de mi hogar. Debo de conseguirme un bate (no de los que piensan eh) de esos con el slogan de “Tony Armas” que canta Blades en su “Decisiones”. Felizmente hay autoridades y si he mancillado el honor de alguien, estoy presto a responder los cuestionamientos que me puedan hacer, pero civilizadamente, como debe ser. O en caso contrario, el blog “Huauco” y Chungo y Batán, que tan gentilmente ha publicado el artículo, están abiertos a sus respuestas.
Los jóvenes han vuelto a reunirse los sábados en el “Canchón” de la escuelita, el director Fernando Mori García (buen amigo del bueno de Milton), gentilmente ha ordenado facilitarnos la llave para poder entrar a practicar deporte. Una treintena, entre adultos y muchachos, se reúnen a partir de las diez de la mañana, unos a jugar y otros a observar. Me ha causado una gran alegría, ha vuelto la esperanza en muchos adultos que veían en ellos una perdida de tiempo al tratar de encaminarlos por el buen cauce. Mi amigo Alberto, el Inge, como le decimos, preocupado por la juventud, ha llevado a uno de ellos a trabajar a Cajamarca, de los otros tiene la palabra la nueva autoridad, esperemos que sea pronto, Sucre tiene que volver a ser el pueblo donde la confianza de dejar abierta las puertas vuelva para la seguridad candida que siempre la tuvimos.
Dos profesores de la escuela están pidiendo al director, Fernando, denunciarme por tener Internet frente al centro educativo. Los motivos son, los estudiantes continuamente están entrando a jugar, a buscar información o a bajar música, me consta, pues administro el local. Si ello les parece atentar contra los principios y los buenos modales de éstos, hay un Juez de Paz, los estaré esperando amicalmente. Me sorprende, pues jamás he manejado una motocicleta en completo estado de ebriedad, jamás he insultado de manera soez “sucreños c…, hijos de la gran guayaba, etc.” Y, sobretodo, si tuvieran algo en contra de mi local, por qué no se acercan y se enteran de lo que sucede en éste. Agradezco la caballerosidad de Fernando al decirles que si tienen algo en contra, que sean ellos los que denuncien.
Elmer Rafael Castillo Díaz
El ser humano necesita muchas veces desembarazarse del pasado para continuar su vida con tranquilidad, aferrarse a los recuerdos, contribuye a dañarse y dañar sentimentalmente a esos seres que esperan, incondicionalmente, ser parte de ellos. Me gusta escuchar a los Panchos, los Manantiales, a Lucho Barrios, Rubén Blades, José José…todos ellos nos traen momentos imperecederos a una generación que hoy, con cierta injusticia, nos llaman “viejos”, recuerden que una vez lo experimentamos con nuestros padres. Debe suceder igual con los jóvenes hoy en día, van guardando las letras y a los cantantes de las canciones que escuchan, para mañana más tarde sus recuerdos evoquen vivencias alegres y tristes con las personas con las que lo vivieron, seguro. Entonces dejémoslos tranquilos que vivan su realidad por más pesada y estúpida nos parezca su música. Los recuerdos pesan más que los años.
Los comentarios difieren mucho de cómo se lo diga y quién los dice. Hay quienes lo dicen con una intencionalidad maligna, como si con ello las puertas del paraíso les serán abiertas de par en par y ser invitados de lujo a la diestra de los santos y demás que se golpean el pecho en la iglesia, arrojando de ellos todo el mingitorio que llevan en el alma. Han hecho de ello su forma de vivir, atacan con todo lo que tienen a mano, es su forma de hacer crítica y así escriben, y, vaya a ver usted cómo son elogiados por propios y extraños.
En Lima estudiaba mi amigo Moisés Rojas Aliaga, en la prestigiosa universidad San Martín, Economía. Su humilde cuarto estaba en la azotea en un edificio del distrito del Rímac. Lo compartía con un familiar que sólo se encontraban por la noche a las horas de Morfeo. Los fines de semana por la tarde me gustaba visitarlo, tardes bohemias y exquisitas, nos deleitábamos observando a una de sus vecinas de uno de los pisos inferiores, quien coquetamente sabía lo que tenía y nos regalaba una visión de infarto, con sonrisa incluida, viéndonos afanosos ganarnos la exclusiva por la pequeña ventanilla. El cuarto medía a lo mucho seis metros cuadrados donde estaban acomodadas dos literas. Al entrar por la puerta se podía ver el camastro de Moisés impecable, libros, ropa, zapatos y demás enseres ordenados milimétricamente. Al voltear la mirada a la izquierda todo era un caos, la cama destendida, sucia, los chuzos una desgracia, ropa amontonada en estado calamitoso; el familiar trabajaba y estudiaba, no tenía tiempo para dedicarle un espacio para su aseo personal.
Disfrutábamos de un vino tinto helado chileno, una tarde de verano, cuando llegó su compañero de cuarto. Se unió a nosotros previa invitación, tenía que dejar de asistir a una de esas reuniones clandestinas de grupos extremistas. Tenía un buen terreno fértil en éstos novatos de la “realidad peruana”. La elocuencia con la que nos hablaba podría haber convencido al más reacio de los humanos. Se despachó a su gusto invitándonos a tomar las armas e irnos a la “Lucha armada”.
Moisés, escuchaba con una sonrisa en el rostro y con la paciencia que lo caracteriza, luego de tan aleccionara perorata, le dijo; “…mi estimado Arturo, genial lo que hemos escuchado, tienes toda la razón,…, es hora de unirnos a la Revolución. Pero no crees que debemos comenzar la revolución por nosotros, el día que veamos tu cama, tu ropa, tu persona limpia, ordenada, ese día, con todo el gusto del mundo apoyaremos la lucha de clases…”, acababa de ganarse un enemigo encarnizado, su ideología no respetaba, ni respeta, padres, hermanos, niños, ancianos; peor, amigos. Y mi amigo sigue vivito y coleando, disfrutando de la vida a su manera.
El dinero no cambia a las personas, las descubre en su total desnudez. Debe estar sucediéndoles esto a los jugadores de nuestra selección, que no asimilan el verdadero valor del dinero, ¿cómo pues? Nadie puede dudar de las cualidades que tienen en sus extremidades inferiores, pero pareciera que también piensan con ellas. La camiseta blanca y roja “es una cojudez” para ellos, parafraseando al conductor de masas católicas de nuestro país. Y no es novedad, psicólogos, psiquiatras, especialistas, familiares, ex seleccionados, han tratado de explicar el por qué de este zafarrancho conductual de los tristes y célebres jugadores. Para mi sólo hay una, la educación. Hay momento para reunir todos los momentos del mundo: divertirse, leer, jugar, reír, escuchar, hablar, hacer el amor, tomarse un trago, llorar, estudiar, soñar, etc., etc.
Un comentario hecho por una persona anónima referente al artículo anterior me puso “saltón”. Me sugiere que debo cuidarme de las personas a la cual aludo en el escrito. Tanto así que ahora me he dedicado enteramente a ser hogareño, aparte que siempre lo he sido, mis salidas son a escasos metros de mi hogar. Debo de conseguirme un bate (no de los que piensan eh) de esos con el slogan de “Tony Armas” que canta Blades en su “Decisiones”. Felizmente hay autoridades y si he mancillado el honor de alguien, estoy presto a responder los cuestionamientos que me puedan hacer, pero civilizadamente, como debe ser. O en caso contrario, el blog “Huauco” y Chungo y Batán, que tan gentilmente ha publicado el artículo, están abiertos a sus respuestas.
Los jóvenes han vuelto a reunirse los sábados en el “Canchón” de la escuelita, el director Fernando Mori García (buen amigo del bueno de Milton), gentilmente ha ordenado facilitarnos la llave para poder entrar a practicar deporte. Una treintena, entre adultos y muchachos, se reúnen a partir de las diez de la mañana, unos a jugar y otros a observar. Me ha causado una gran alegría, ha vuelto la esperanza en muchos adultos que veían en ellos una perdida de tiempo al tratar de encaminarlos por el buen cauce. Mi amigo Alberto, el Inge, como le decimos, preocupado por la juventud, ha llevado a uno de ellos a trabajar a Cajamarca, de los otros tiene la palabra la nueva autoridad, esperemos que sea pronto, Sucre tiene que volver a ser el pueblo donde la confianza de dejar abierta las puertas vuelva para la seguridad candida que siempre la tuvimos.
Dos profesores de la escuela están pidiendo al director, Fernando, denunciarme por tener Internet frente al centro educativo. Los motivos son, los estudiantes continuamente están entrando a jugar, a buscar información o a bajar música, me consta, pues administro el local. Si ello les parece atentar contra los principios y los buenos modales de éstos, hay un Juez de Paz, los estaré esperando amicalmente. Me sorprende, pues jamás he manejado una motocicleta en completo estado de ebriedad, jamás he insultado de manera soez “sucreños c…, hijos de la gran guayaba, etc.” Y, sobretodo, si tuvieran algo en contra de mi local, por qué no se acercan y se enteran de lo que sucede en éste. Agradezco la caballerosidad de Fernando al decirles que si tienen algo en contra, que sean ellos los que denuncien.
Elmer Rafael Castillo Díaz
7 comentarios:
Tienes toda la razón mi querido Elmer. Actualmente sucede lo mismo solo que ahora son los dirigentes, líderes y autoridades los que dicen una cosa y hacen otra. Prometen maravillas y en los hechos no hacen nada, muy por el contrario se contradicen. Claro en aquel tiempo nuestro amigo Arturo imbuido por el boom de revolucionario se contagió de ello y, felizmente, no abrazó grupo subversivo alguno. De ese tiempo hay muchos izquierdistas que se pasaron de bando en bando como Enrique Bernales, el mismo Varguitas, Etc., Etc.
Un abrazo
Palujo
Hola Elmercitooooo, va mi saludo de cumpleaños con joroba incluida ok??? te beso, te quiero, te extraño, te apachurro jijiji (pa pasar por alto mi olvido n_n) un buen apretón tio quien se podría negar? jajajajaja bueno todo eso por el cumple ok???
Ahora vamos por partes y cucharadas la música sea en la época que sea siempre trae un recuerdo que evoca tiempos pasados y actuales también... los recuerdos son los recuerdos... y se respetan!!!!
Leí tu comentario jajajaj ainssssssss tiooooo las cosas son así en internet... lo importante es que no se queden callados, no debe haber censura... dejalo desarrollarse así me gusta a mi, pero sabes? de pronto con tres palabras te vi con tu espada laser ahí defendiéndome jajajajaj eres un cacique... ;)
La selección y sus pirañas ya no tiene salvación no sufras..mientras ellos se forran de bille pues pa que veas eh????
Gracias por recordar con nostros tus tiempos de hermosa juventud cuando ibas por ahí enseñando tus.... ojos azules y tus labios carnosos jajajajajaja con que la vecina no???? mmmmm
Siempre vengo ah???? me gusta leerte y saberte cerca..... besossssssssssss tiooooooo ***☺
La c.............. tiré el comentario sin leer si hay algún error pos me perdonan no???? ainsssssss si es que soy una bestia humana :S ☻
Cabezas:
Cierto, de Bernales es hasta normal, de Vargas hay mucho qué hablar, los genios tienen grandes defectos, así que comentar de él sería hasta sacrilego.
Agradezco tu visita por este Huauco.
Un abrazo eh y dime, cuándo vienes?...Shaveco nos espera eh,
Chao.
Tía: Usted como siempre tan linda y simpática.
La música tiene su momento, ahora dan ganas de agarra a tabazos a los muchachos, "la vaca no se acuerda cuando era ternera", así es el fútbol tía.
Si, es que me jode que alguien se crea el principe de Gales, imaginate tía, al Maestro Luciano le encantaba esa melodía del sordo de Bethoveen y a ese c....., me viene con cojudeces, por favorrrr.
Un abrazo fuerte tía, y, gracias...sé que estabas ahí cuando en mi soledad brindaba con todos mis amigos.
Un beso.
Elmer
Amigo estoy por esa los primeros días de febrero. No te extravíes en el bosque de los..., suspiros. tienes razón. Un abrazo
Palujo
Hola Elmer: Estoy de acuerdo con Patty, los recuerdos se respetan!!!, y solo se daña si uno quiere, hay recuerdos que aunque son dolorosos dejaron algo bueno en nuestra vida, y eso debe prevalecer. Un abrazo y sigue escribiendo, no te desaparezcas. Ana.
Saludos Ana:
Gracias por tu comentario, eres muy amable.
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