Perú

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21.11.10

Algo diferente

SHIPE

Tío Porfirio buscaba actores en el pequeño pueblo. Difícil tarea. Sobretodo, porque en estos pueblos son pocas las personas desinhibidas, más bien son parcas e introvertidas. Si son de la sierra, peor. Cohibido, huraño, nostálgico, vergonzoso, receloso y sobre todo; soñador. Encontrar uno de ellos en un pueblito serrano y chico, con no más de mil habitantes, es un “buscar una aguja en un pajar”, pero los hay. Tengo el agrado de presentarles a uno de ellos, don Sixto Silva Sánchez, más conocido como Shipe. Que como podrán ver, es una variante de Sixto y no hay nada peyorativo. El tiempo sirvió de puente, shipe a secas, convirtiéndose por muchas Lunas, en el pueblo, sinónimo de metiche y espeso.

El pueblo sin luz eléctrica y obviamente, sin artefactos eléctricos (tiempos de los radios a transistores que funcionaban a pilas), es el escenario y el tiempo. Una carta de Sucre a Huánuco se demoraba tres meses. Si siguiéramos viviendo con esa lentitud en los correos, podrías escribir una carta a tu esposa pidiéndole el divorcio (porque te apasionaste de la secretaria), y si a la semana te arrepientes, puedes tranquilamente volver a casa (…como el perro arrepentido…) y esperar que llegué la carta para destruirla. El servicio más rápido eran los telegramas, de dos a tres días y si hubo tormentas eléctricas, una semana. El teléfono era para ricos o alguna emergencia.

Shipe, sabía de todo y se metía en todo. Sastrecillo, si tenías un lompa (pantalón) o una mica (camisa) que necesitase una zurcida o una arreglada, él estaba ahí para solucionarlo. Si te echaban del colegio por tener el pelo largo, el peluquero esperaba con todas sus máquinas, alcohol, Glostora; para raparte ¿quién?, Shipe. No comprendías alguna clase en el colegio, Shipe te lo explicaba de maravillas Los chuzos necesitaban mediezuela y tacos, Shipe con el diablo, martillo y clavitos en la boca, te los reparaba. Carpintero, mesa del comedor que sonaba o se mecía por los años, las dejaba macizas y silenciosas nuestro Shipe. Músico y Serenatista, locutor,…, un verdadero “mil oficios”.

Estos personajes, como muchos de nosotros, no encajan en los pueblos por su curiosidad e instinto de conocer y aventarse a todo, lo que nos puede causar enojo o sorpresa. “En todo se mete, qué espeso cae por Dios”. Llegó un sábado al pueblito, uno de esos vendedores de sebo de culebra. Niños, jóvenes y adultos se amontonaron alrededor de este desconocido que parecía sacado de un personaje de Sangama. La mirada de todos estaba puesta en la maleta que el curandero o chuncho señalaba. Ahí estaba la causante de que Eva pecase; durmiendo y que dentro de unos minutos la sacaría para que la conozcan. Mientras su charlatanería convencía a más de uno. “…este sebo de culebra es la más efectiva, está comprobado que elimina la reuma, lumbago artritis, artrosis, dolores musculares, dolores de columna… si se aplica no debe tocar agua por tres días…abrigarse bien…”, (un poco más y eliminaba el Cáncer) bla, bla, bla.

“…algún voluntario para probar esta maravillosa medicina natural que les traemos de la selva”, al hablar en plural, supongo, le estaba hablando a su reptil compinche. Shipe no podía faltar y fue el que se acercó al chuncho que ya tenía a su colega colgada del cuello. Fascinante espectáculo. Abrió un pomo y de él despedía un olor rancio y nauseabundo. Pidió a nuestro personaje que se sacara la camisa y se acercara más a él “… mi amigo no muerde”. Con un buen puñado de emplasto en la mano comenzó a frotar el hombro y el brazo de Shipe, abrigando los músculos que brillaban, para luego moverlo de un lado para otro, de adelante para atrás, el brazo parecía un aspa de molino, Shipe parecía el hombre de goma y como para convencer al respetable, no lanzaba ni un quejido de dolor, pero sudaba como coche.

El producto nauseabundo y pestilente se acabó a los pocos minutos, se quitaban y peleaban por conseguir uno. Luego de tan magistral demostración, ¿quién no? El brujo se despedía prometiendo volver al día siguiente. Nunca más volvió y a Shipe no se lo vio por más de una semana. Se había dislocado la clavícula y su hombro era un bombo por lo hinchado que lo tenía después de tamaña salvajada. La gente lo extrañaba, el punto de reunión permanecía cerrado y era el que tenía la llave.

Tío Porfirio, de sopetón, le ofreció el papel de declamador en un drama que caracterizarían en Sucre, Celendín y Chachapoyas. Los ensayos, el libreto, la música, eran meticulosamente y celosamente dirigidos por el tío Porfi. Se prepararon como verdaderos artistas profesionales. Y cómo no hacerlo viendo las ganas y las fuerzas que tío Porfi demostraba en cada uno de los ensayos, todo un director, escenográfo, productor, brillante en lo que hacía el tío.

El mercado fue el escenario, con telón incluido (costalillos de harina), que se abría y se cerraba para cada acto, dándoles tiempo a los actores al cambio de vestimenta. Los asistentes disfrutaban de la Velada artística, la sensibilidad histriónica del Director daba resultados. Hasta que salió Shipe; la silbatina y las voces de protesta por parte de los palomillas y sus amigos, no cesaron los cinco minutos de declamación. “Hey Shipe e m…cállate...”. Shipe no se amilanó, con rechifla y bullicio siguió como si nada sucediera debajo de él; con; “El sepulturero yo”.

Todo el elenco recibió la invitación para presentar el Drama en la provincia de Celendín. Los profesores incentivaban a los alumnos a ver y leer obras de arte y esta, era una de ellas. Así que el mejor cine de Celendín, El Carmen, los recibió un fin de semana, lleno, de tope a tope. En la provincia nadie conocía a Shipe, cuando salió a declamar su libreto, el público escuchaba con atención hipnótica. Los cambios de voz, la entonación, las pausas, la vibrantes de la admiración; incluida la gesticulación, ademanes, movimiento del cuerpo de acuerdo al texto…todo en Shipe estaba sincronizado y también, todo un Shipe. La ovación fue total y por si acaso, de pie. Los pocos sucreños que se encontraban ahí tuvieron que reconocer, “...ese es mi primo…claro, Shipe es nuestro amigo…” y aplaudían a rabiar. Luego el elenco viajó a Chachapoyas, donde seguro la ovación a Shipe fue total.

Irónico, ¿verdad?

Se fue por la selva y se supo que se había dedicado a la docencia y a denunciar, por una radio local, los abusos de los narcotraficantes. Fue acribillado el pobre por estos cobardes. Algo curioso, son dos personas serias y responsables que cuentan que lo han encontrado y que incluso, conversaron con él. ¿Lo volveremos a ver? ¿Quién sabe? Me imagino que sus hermanos llevan con orgullo ese apelativo tan singular, peculiar y único. Difícil disimularlo, es genético y se parecen tanto, que ocultarlo sería pecado.


Elmer Rafael Castillo Díaz
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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor witoto, muy simpatico tu tema sobre el shipe, pero no se llamo shipe por una variante de su nombre Sixto, no. Fue porque antes que él hubo en el huauco un señor llamado Cipriano que luego le dijeron sipiriano y a él le dijeron shipe, es de ahi cuando a sixto le llaman shipe.
Además debes acotar amigo, algo de este señor, y es que además de ser metido, fue un gran ingrato con la madre que lo crió desde muy niño, la señora Leonor zegarra, quien lo educó y le dio de todo como hijo recojido que fue, pero este individuo, le pagó a esa señora con el desprecio mas grande y la ingratitud de no escribirle ni una simple carta cuando estuvo lejos. Además debes decir que este tipo, engatusó a dos mujeres en celendín y luego de malograrles la vida se fue de sucre.

Elmer dijo...

Hola Anónimo:
Gracias por la aclaración sobre el apelativo de Shipe, es usted muy amable.
El resto ya lo dijo usted, gracias.
Elmer

Anónimo dijo...

Creo que hay situacuines a las que es mejor no referirse. Me parece bien que en tu relato no hayas escrito lo que, con razón o sin razón (nadie sabe los problemas internos y/o familiares de nadie), manifiesta el amigo anónimo. Y, hablando de anónimos, me parece que cuando alguien habla algo negativo de alguna persona debería colocar su nombre. Ahora si es algo positivo, pues, interesa sí, pero no como lo primero.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola amigo anónimo,
La verdad me sorprende tu comentario, como hermano del Shipe no tengo mas que refutar tu comentario barato no levantar polvo es la razón de éste, que si tienes que hablar lo negativo hazlo con tu nombre, por que si hubo mujeres en su vida espero que no haya sido tu madre. Me indigna que se oculten en el anonimato para denigrar a una persona que fue ejemplo en mi familia.
Al señor Anónimo del segundo comentario, le agradezco sus palabras. Sí, tiene razón, nadie sabe de la vida de los otros.
Elmo Cotrina Sánchez

Anónimo dijo...

No dejo la oportunidad de saludarte tiiito, señor anónimo, para mi
te tengo muy bien identificado, y te digo que tu comentario me tiene sin cuidado pero te digo además que si estabas resentido por las Mujeres, es mentira.. Estas resentido por la herencia que no te llego, sufre PERRO, porque la herencia lo llevo otro. Sixto es lo mejor que puede haber en sucre, hojala que contestes anonimo, Perro de mierda.