Perú

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28.1.11


WITOTADAS

Aunque he recibido muchos insultos, de los peores, algunos cargados de razón, muchos inexplicables, a los más ni los tomó ni los tomaré en cuenta. Claro, hay algunos que hieren el alma; como las actitudes de alguien conocido por su humildad, su caballerosidad, sus muestras de cariño; cuando alcanza un podio breve en nuestra sociedad. Conversábamos con un amigo que quiere ingresar a la política y lanzarse al Congreso y me decía, “…Negrin, se me ha metido el gusanito de entrar al Congreso,…muchos amigos me han dicho que la podemos hacer y que cuento con su apoyo, en todo sentido”, a lo cual agregué que lo único que él ponía, era su “arrolladora personalidad”.

Nunca he sentido y tampoco lo he tenido, ni deseo ese Poder. Algunos que lo han saboreado pasan sin pesadumbre ni esplendor frente a nuestras casas, han vuelto a la mortalidad y normalidad, su inmortalidad les duró apenas un corto lustro. “…Mi buen y viejo amigo, ¿para qué quieres ese tipo de poder si tu has estado cerca al cielo, e incluso, algunas veces lo has abrazado? …que ni en mis mejores sueños y a colores, no podré ni podría imaginarme...yo aún quiero ser tu amigo, no jorobes pues…”. El poder, que alguien que no lo estima le está sugiriendo, es nocivo, rompe con los parámetros de la familiaridad, la amistad; te vuelves un ser sin afectividad, sólo quieres poder y más poder convirtiéndose en tu nueva droga. Hablo del poder político, copa tus deteriorados sentidos por la edad, volviéndonos: sordos, ciegos, sin gusto, tu delicado olfato capaz de percibir el olor de la “Vieja” (madre) a lo lejos te traiciona, es lo peor. Este poder obnubila tus facultades, percepciones, coherencias, valores; será verdad que hasta el alma (esa resplandeciente, enceguecedora, alba) se vuelve negra, quién sabe, ¿no? Todos tenemos algunos buenos manchones en nuestras almas, pero negra, creo aún no la tengo.

El bichito seguro seguirá en la cabeza de mi buen amigo, es un bicho peligroso y adictivo, ¿irreversible?, no lo sabemos. De lo que podemos estar seguros es que es una septicemia peligrosa, no sólo contamina tus sentidos, sino, todos los órganos del cuerpo, volviéndonos caquexicos seres humanos. Me imagino, como muchos de ustedes, que debe ser fascinante el mundillo de los parlamentarios, es otro nivel, de arranque: el “sueldito”, tu despacho adonde llegan personas importantes ( a la que sólo has visto por la tele) en busca de tu voto por alguna ley grande o en busca de la impunidad de un pez gordo, el respeto de las autoridades (todos son “pichirruchis”), las espléndidas comelonas diarias que desprecias tu “verde”, los regalitos onerosos (“…cigarritos al congresista”), las féminas A-1,…etc., uffff, ¡claro que sí! debe ser genial y, más y mejor aún, no haces ni “michi”, hibernas, sino, miren las faltas, tardanzas y demás joyitas de nuestros “padrastos de la Patria”. No necesitamos llegar a julio para ir a un circo, ahí está nuestro Congreso de la República.

En el gobierno de Fujimori hubo un paisano que llegó al Congreso, seguro algunos lo recuerdan. Tampoco crean que alcanzó una curul gracias al voto de los cajamarquinos, sino más bien, de un departamento del Sur a donde regreso luego de representarlo, ¿con alguna buena gestión?, no lo sabremos, desapareció de la vida social sucrense, sólo parte de su adolescencia y juventud transcurrió en este pequeño pueblo, ¿desaparecerá, también, ese amor que se siente por la tierra que nos vio nacer? Bueno, para esto no es necesario llegar al parlamento, hay muchos que desprecian los nombres ancestrales y telúricos de sus pueblos y pasan, ahora, cual zombis sin rostro por nuestra vereda. A propósito, hablando de esto, los que conocen la historia, estos caballeros nunca publicaron alguna nota de rectificación, ¿o creerán que tienen razón?...en fin.

En estas elecciones que se nos vienen las cosas están color de hormiga. Hay de todo, “…como en botica”, decía la abuelita. “Mudos comunicores, parranderos, madres mías, gringos, cholos… y fujimores”, los últimos, aunque usted no lo crea, con buena aceptación en las encuestas. Las puyas han comenzado, no nos sorprenda en estos meses descubrir algunos secretillos íntimos de los candidatos, no sólo presidenciales, ahí también están los legislativos. Sólo acomódese en su butaca para ver el show que se armará estos meses, puede traer su canchita perla y su chicha morada, pero cuidado con mojar el teclado cuando se asombre o destornille de risa. La variopinta política se desgañitará ofreciéndonos volver realidad los sueños de los peruanos.

También tuvimos dos de polendas, o sea, de los buenos. Pese a sus rivalidades políticas y culturales dejaron huellas entre la intelectualidad peruana. Dos calles de nuestro pueblo llevan sus nombres y los que vivimos en ellos nos sentimos orgullosos de que se llamen así. Nazario Chávez y Clodomiro Chávez. Luis Alberto Sánchez y Mario Vargas Llosa, nombran a Nazario en algunos de sus libros (“Literatura peruana” y “La utopía arcaica”) como uno de los iniciadores del “Indigenismo”. Con estos nuevos congresistas que no nos parezca raro que las calles de nuestros pueblos lleguen a llamarse: “Magaly Medina”, “Laura Bozzo”, “Beto Ortiz”, o en Cajamarca el nombre del “Canillita”…etc., y lo más terrible; con la aprobación y algarabía de la población eh. “¡Qué Dios nos coja confesados!”

“Por eso y muchas cosas más…”, debería pensarlo un poco más y que su decisión sea la más acertada, sé que hará lo correcto. Los fuertes abrazos, ese apretón de manos como buenos amigos, un ¡Salud Carajo!, un buen cigarrillo, un buen libro, un arroz chaufa, una buena charla, un rico perfume…, seguirán ahí eternamente porque eres tú, de parlamentario, “él”. Hay personas que son exitosas en la vida, trabajan fuerte y llevan en su personalidad el por qué de su éxito. Dicen que algunos nacen con su estrella y otros estrellados. Los que tienen estrella no necesitan someterse a la crueldad de llegar al Salón de los pasos perdidos. Seguro que seguiremos brindando y recordando con tragos y los momentos gratos de nuestra corta vida y, seguro que de los otros también, cuando la ocasión lo amerite.




Elmer Rafael Castillo Díaz
DNI: 26731147

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bսenas
Reconozco que Һasta hace poco no me molaba muchо
elsitio, sin embarǥo actualmente estoy leyerndolo mas veces y mme еsxta interesando bastante.

A seguir іgual!

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