Perú

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19.7.12

WITOTADAS



Hoy después de mucho tiempo salí a trotar de madrugada. Con una neblina densa y con el frío característico de la sierra peruana trotamos cerca de 45 minutos, por la legendaria Misionera, con uno de mis amigos del barrio. Este amigo, al que considero y quiero mucho, en su sobriedad es un tipo genial. Muchos piensan que no tiene remedio, hasta su propia familia, pero estoy seguro que sus valores y sentimientos son mejores y como persona, mejor; van más allá de cualquier pensamiento mezquino de parte de los que le dan la espalda cual apestado. Mi querido amigo Renán, más conocido como Zeta en el pueblo, quiere y desea estar en forma, qué mejor que trotando de madrugada con sus respectivos ejercicios y diciéndole al mundo, “¡Sí puedo señores…!”, a la que añadiría, “¡Sí podemos señores…!”.

La sonrisa cachacienta, burlona y desafiante del burgomaestre de Celendín hacía los manifestantes que se reunían pacíficamente en la plaza de armas, desencadenó una de las peores tragedias en el tranquilo y pacifico pueblo shilico. Ese día la tristeza traspasó los muros de las casas, no sólo de Celendín, sino, de todos sus distritos y por qué no, de los que de alguna manera sienten que la lucha de los pueblos cajamarquinos por el agua, es justa. Esa sonrisa perversa quedará eternizada en la mente de todo un pueblo, esa sonrisa es la responsable de que cuatro ciudadanos hayan dejado de existir, esa sonrisa hizo que las fuerzas del orden, policías y soldados inexpertos, nerviosos y jóvenes, dispararan a mansalva, tratando de defenderlo. Y él lo sabía y lo sabe, seguro que después sus aposentos serán las frías celdas de una cárcel porque lo merece.

Quince seres humanos detenidos en Celendín fueron trasladados a la ciudad de Chiclayo por orden de un juez, éste, seguramente cumplía órdenes de alguien de las altas esferas del gobierno, “para atemorizar a los demás”. Y vaya que lo lograron. Fiel copia de Montesinos y Fujimori, contrarios al régimen, cárcel, “a ver si así siguen protestando estos indios de mierda”. Por supuesto que dan resultados, el temor es una buena arma de los gobernantes. “…Sé mucho de inteligencia y represión Negro que hasta a mi me da miedo”, me decía hace poco uno de mis mejores amigos. Estas 15 personas fueron llevadas a una penitenciaria de alta seguridad, Picsi, en Chiclayo, su delito: reclamar y luchar por el agua. En este lugar convivieron con delincuentes de toda laya y éstos los respetaron porque su delito no se acercaba en lo más mínimo a la de ellos y se comportaron mucho mejor que los que deberían haberlos protegido: el gobierno.

Por parte del gobierno nunca hubo un comunicado indicando a los responsables de los que asesinaron a los cuatros luchadores ambientalistas en Celendín y seguro que nunca lo habrá, su única respuesta fue la de poner en “Estado de emergencia a tres provincias, Cajamarca, Celendín y Bambamarca”, procesos judiciales, cárcel y suspensión de algunos derechos de los ciudadanos, la manera clásica de los gobiernos dictatoriales. Acaso el Congreso le dedicó un pleno a este conflicto. El Poder Judicial, el Ministerio Público, hasta el Tribunal Constitucional, ¿se manifestaron alguna vez?, el Ministerio del Ambiente está por las puras, ni ata ni desata en este tipo de conflictos. Ni hablar de los medios de comunicación que son caja de resonancia de la Newmont.

Una veintena de gorilas uniformados se acercaron al padre Marco Arana Zegarra (descendiente del huauqueño luchador), defensor de los Derechos Humanos, para detenerlo en la plaza de armas de Cajamarca, sin ninguna consideración lo maltrataron y lo denigraron, pensando tal vez que iban a recibir algunos dólares más de Yanacocha por tan vil actitud, la cobardía insana de estos policías me dio escalofríos y naúseas. Un hombre de estatura pequeña con un letrero que decía, “Vida si, oro no”, sentado una mañana soleada conversaba con un ciudadano algo entrado en años, cuando de pronto se aparecieron los gorilas uniformados (vestidos de “robocops” y entre ellos había una ¿dama?), quienes con improperios, jalones y golpes, lo condujeron a un vehículo de la policía. ¿Querían otro Celendín? Ninguno de estos abusivos llevaban identificación y para el colmo, como decíamos arriba, el gobierno mudo ante estos hechos indignantes. La presión mediática nacional e internacional, ayudó a la liberación de un hombre que su único pecado es defender a Cajamarca de los depredadores del ambiente.

Parece que uno de los asesores en Palacio le ha sugerido al presidente que debe cambiar su actitud, no creo que su razonamiento llegue a tanto y se haya dicho, “...aguanta hombre, qué estás haciendo…”, dicen que es el emulo de Alan García en la soberbia. No creo, no tiene nada en qué basar su soberbia, aunque queramos o no, Alan es soberbio porque sabe lo que es. Don Ollanta, ¿sabrá lo qué es aparte de tener el poder? Ha nombrado a dos facilitadores, que hasta donde se conoce por los medios escritos y sus acciones, son respetables y confiables; un abismo insalvable con el señor Cipriani. Han escuchado al pueblo, a aquellos que la prensa los trata como delincuentes y terroristas, Cabrejos y Garatea, tienen la responsabilidad de mostrarle las dos caras, desde su punto de vista, al presidente Humala el problema social. Aún así, ¿seguirá tan obtuso como hasta hoy?...corren las apuestas.



Wito…



1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi querido y viejo amigo, primeramente me alegra de sobremanera que te encuentres bien, pregunté a unos amigos el otro día por tí, si te habían leído, pero nadie daba razón.....al enterarme de la MATANZA en Celendín, me puse a pensar en tu persona, pero gracias a Dios estás muy bien, y bueno en tu comentario te falto ponerle la INCLUSION SOCIAL .....que es la palabrita favorita del gobernante actual, pregunto Yo, sabrá que es una inclusión social ??? aunque no me creas...ni Yo sé a que se refiere con eso....

Un abrazo viejo Amigo

Manuel