Perú

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12.9.12

WITOTADAS

“Veinte años después”, título de una de las obras del gran Alejandro Dumas, una continuación de los Tres mosqueteros que ha muchos nos subyugó. Hoy, veinte años después, 12 de setiembre de 1992 un grupo de policías allanó la vivienda, momentánea, donde se encontraba Abimael Guzmán Reynoso, en la Calle Uno, ahora Varsovia 459, urbanización Los Sauces, Surquillo, en Lima. Por fin el llamado “Presidente Gonzalo” se materializaba para los millones de peruanos, no era un mito.

Desde 1980 los peruanos creíamos que se trataba de una especie de fantasma y éste, aparecía en la mente de miles de jóvenes como la alternativa del cambio que necesitaba el país contra la inmundicia política de los gobernantes que, siguen creyendo, creían que el estado era su chacra para enriquecerse. Tal vez por eso es que miles de jóvenes, intelectuales de todo orden, se plegaron al “Pensamiento Gonzalo”, que no era otra cosa que el pensamiento Mao.

Nadie estaba seguro, podíamos morir en cualquier momento, ya sea caminando, tomándose un café con algún amigo en un restaurante, o, mirando la tele en tu casa con tu familia; reventado por una carga de dinamita que los insanos ponían sólo por el hecho de hacer sentir al gobierno que estaban presentes. 70,000 muertos en doce años de barbarie, al comienzo creyeron que eran unos simples abigeos, error fatal del arquitecto Fernando Belaunde Terry. Nadie estaba a buen recaudo, peor si pertenecías a las fuerzas armadas o policiales, más aún si eras alto funcionario del gobierno y tenías las uñas largas, ésos, estaban pedidos y sus cabezas tenían un precio.

Me gustó mucho las palabras de un general, Jefe Político Militar de Ayacucho. “…el problema de Sendero luminoso no es militar, es social…”, tenía mucha razón. Mientras que otro justificaba los asesinatos de campesinos inocentes, “…si entre ellos hay un sólo “terruco”, las muertes están bien…”, patético el “Gaucho”. Los mensajes del Estado con Sendero se volvieron un juego de ping pong, ¿quién era más fuerte? O para ilustrarlo mejor, ¿quién mata más?, así tenemos las sangrientas matanzas por ganarse el liderazgo, Accomarca, Tarata, Barrios altos,…etc. En todos los departamentos se sentía el accionar de ambos, el miedo se apoderó de los ciudadanos de todos los estratos sociales. Los que tenían dinero comenzaron a vender sus propiedades a precios casi de regalo, los pobres se cobijaban en su pobreza porque era lo único que tenían, esperando lo peor.



Hoy escuchamos, vemos y leemos que envían a combatir a las huestes de Sendero, aliada con el narcotráfico, a jóvenes casi adolescentes, sin ninguna preparación y con armamento obsoleto a zonas enmarañadas de la selva. Igual fue en los 80, nos daban una MGP, pistola ametralladora (Marina de Guerra del Perú) que al disparar se calentaba y se doblaba el cañón, granadas que nunca nos enseñaron a hacerla detonar y un revólver que nos controlaban y cobraban las balas que utilizábamos. De la Escuela de Guardias con seis meses de preparación, ninguna antisubversiva, éramos enviados al cadalso, Ayacucho y Huancavelica, Zonas de emergencia. Me tocó ir a Huancavelica junto a 99 compañeros que fuimos distribuidos a los diferentes puestos inhóspitos alejados de la ciudad. Dizque, para reforzar el servicio, varios de ellos se quedaron ahí, despedazados por la dinamita, muertos por una bala cobarde por la espalda y, muchos volvimos mutilados y con algunas cicatrices en el cuerpo y alma.

El Comité Central de Sendero luminoso ordenó exterminar a los guardias que trabajábamos en el Puesto de la Guardia Civil en el distrito de Lircay. Pese a que los que habían hecho barbaridad y media en el pueblo se habían retirado. Los justos tenían que pagar por los pecadores, no interesaba, necesitaban un escarmiento y había que aniquilarlos a como de lugar. Hasta que llegaron camuflados con la noche un 15 de octubre de 1983. El factor sorpresa no les dio resultados, pareciera, ahora, que su servicio de inteligencia no funcionó, atacaron salvajemente un lugar casi vacío donde se encontraban dos ladronzuelos de gallinas jugando a las cartas con un guardia vestido de civil, echándolos del puesto con algunos adjetivos irrepetibles. Y eso fue su Waterloo. Se fueron con el rabo entre las piernas llevando consigo sus heridos y pertrechos.

Mientras haya injusticias y el famoso “goteo” sea sólo para unos cuantos, la ideología macabra de los alucinados mal llamados socialistas, renacerá con otro movimiento parecido o más sanguinario que Sendero luminoso. Los ejemplos están a la mano, explotadores y abusivos como las grandes transnacionales que se la llevan todo con la venia de los gobiernos de turno, son las semillas para el terreno que éstos con apremio esperan sembrar. No más abimaeles, morotes, ni polays,… etcétera. Pero también, no más depredadores o terroristas del medio ambiente por mucho que hayan “roto la mano” a los gobernantes de alto nivel.



Wito…









1 comentario:

Patty dijo...

Lamentables esos tiempos en los cuales vivíamos pendientes de la maldad de esta gente....
Aún hoy vivimos en zozobra y en lucha... jamás bajar los brazos y debemos estar siempre con los ojos abiertos ante tanta maldad...

besos Elmercito ^.^