Perú

19.12.12
WITOTADAS
Parece que la frase de “Más vale “Diablo” conocido que “Diablo” por conocer”, se podría aplicar casi literalmente en la institución religiosa de nuestro pequeño pueblo. Al anterior cura, párroco, padre, sacerdote, sus detractores le dieron con todo. Conocidos ensayistas y blogs amigos le sacaban fotos tomándose una cerveza y sutilmente le dedicaban algunas “flores” por mujeriego. Personalmente, como lo he escrito, no me molestaba en lo más mínimo estos comentarios ni lo que hacía el Doctor Esteves, pues estoy seguro que el que lanzaba la primera piedra, era sin duda, más y peor sujeto. “La plata que se recauda en honor al Patrón por parte de la mayordomía todo lo quiere él”, pues si se lo daban, con gesto de humildad, dependía únicamente de los que le hacían entrega, acaso, como dice la canción, “les ponían un puñal en el pecho”.
El padrecito José como era conocido por los jóvenes, llegaba sonriente o apenado, según ameritaba la reunión, con su coro a la casa del rico o pobre y nunca exigiendo que se le cancelara por sus rituales. Su residencia estaba en la parroquia al cual le hizo varias modificaciones, al igual que al templo, para poder vivir como en su casa. Tenía a su cargo varios caseríos, así como los distritos de José Gálvez y Jorge Chávez y a todos acudía en sus fiestas patronales o a alguna misa donde era solicitado, siempre acompañado de su coro. Estamos acostumbrados a juzgar la vida personal de las personas y José no era la excepción, llegándosele a conocer, a media voz por supuesto, como "Monchy", tal vez para contrarrestar el chisme de que le gustaban las faldas.
La religión, es vivir piadosamente, entregar y entregarse a sus semejantes con el cariño que siente por el Creador, sería tonto pensar que después de más de nueve años no tenga ese apego a Dios y darles a sus feligreses un poco de ello. Ahora que se sus detractores lograron su cometido alejándolo del pueblo, la espiritualidad es un barco a la deriva. No llego uno en su remplazo, son cuatro, pero a ninguno se los ve y si se los ve, siempre huraños. Hace poco falleció una sobrina y sólo porque la llevaron a despedirse de su trabajo en el Común y demorarse diez minutos, uno de los nuevos curas que estaba a cargo de la misa, les llamó la atención diciéndoles que “recojan la limosna que le habían dado” altaneramente. Cosa que jamás hizo José.
…
Wito…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Cuantos casos como este habrán ahora Elmer, es lamentable pero así van los tiempos últimamente.... un beso :*
Si el representante religioso de un pueblo se comporta como un parroquiano más; pues, amigo Elmer, dónde vamos a parar. ¿No te parece? Es como si llegara un policía para cuidar el orden y lo único que hace es fomentarlo. Eh? Al diablo conocido sde lo estaba dejando, con el silencio, que lo incendie todo.
No creo que opor un par de fotos y crìticas haya salido el Padre, lo que pasa es que en Arsobizpado tambièn los cambian y nuestro amigo Esteves ya tenìa sus añitos en Sucre y no respetaba el celibato.
Publicar un comentario