Feliz día Perú

WITOTADAS

Se acercan nuestras fiestas Patrias y el fervor patriótico se acrecienta, la roja y blanca, benditos colores, flamean en los balcones y los trabajadores contentos, el gobierno les dará una gratificación de 200 a 300 soles, el Perú está contento. Todos esperan el Mensaje a la Nación por parte del Presidente, ojalá “no meta las cuatro” y vaya a decir, “voy a cerrar el Congreso”, porque ganas no le faltan. Los Centros Educativos se preparan para el desfile escolar, por las tardes se escucha a lo lejos los acordes de la banda con su, “tatachin bom bom”; son los niños y adolescentes practicando los pasos marciales, se lo ve serios, con los dientes apretados, los brazos rígidos extendidos llevando el compás, tienen que llegar expeditos y uniformes para el 27 del presente mes. El primer batallón debe ser el mejor para impresionar al jurado, por ende son los más altos y de porte atlético, en el jurado estará el Alcalde, el Jefe de la Policía, el Gobernador y todas las autoridades que seguramente aplaudirán. Pasaran por el estrado mayor, pateando el cielo y sudando cual ya, soldados de la Patria.

Me gustan los desfiles de los niños de Inicial y los primeros años de primaria, pues a ellos no les interesa llevar el paso marcial, casi guerrera, de los mayores. Pasan distraídos, jugando, peleándose, llorando porque vieron que mamá los llamó entre el gentío. Es cierto, a esa edad no se les puede obligar a ser soldados, ni ninguna otra profesión, ellos son simplemente niños. No sé si hasta el día de hoy existirá en los colegios secundarios eso de que si no desfilan, son “jalados” (desaprobados) en cuatro cursos como me ocurrió, por ese motivo  y otros que se fueron añadiendo a mi curriculum vitae, llegué a repetir de año en la secundaria.

No es suficiente haber nacido peruano, sino, que quieren volvernos más peruanos haciéndonos marchar. Ver y aplaudir el paso del sobrino, hermano, amigo cuando desfila por fiestas Patrias, esperar atentos cuando el brigadier del colegio, delante de la escolta grita, asustado él por la muchedumbre, “paso de desfile…marchhhhhhh”, frente a un jurado aburrido en el estrado y pareciera que quieren marchar hacía el cielo. Éstos, calificarán al mejor Centro Educativo y el Gallardete se quedará otra vez en el Colegio y seguro seremos por un tiempo los héroes del cole. Y ahora desfilan hasta las adolescentes, felizmente llevan un protector debajo de sus faldas, sino, se las miraría hasta el alma, también alzan las piernas imitando a sus compañeros de la escolta.

 Que desfilen los militares, para eso están instruidos en las instituciones castrenses, ellos saben recuperar el paso cuando lo pierden, cuándo levantar más las piernas, “pie izquierdo al bombo”, girar, recomenzar, medias vueltas a los dos lados, saludar, hoy en día hacen piruetas en pleno desfile sin perder el paso, ellos son los soldados, preparados para ello, dejen a los niños y adolescentes vivir su etapa de vida. El Himno Nacional lo sabemos desde niños y estamos orgullosos de ser peruanos, como dice la canción criolla. Demos a la niñez y la juventud valores de amor a: su cultura, su historia, a sus estudios, al deporte, a la poesía, a la danza. Identificándose con su identidad, sus huainos, su marinera, su comida…sus narradores, poetas; hay tanto que darles a los niños que no se puede desperdicar enseñándoles a desfilar

                                                               Wito…