WITOTADAS
Hay personajes dentro del
variopinto político sucrense presentándose al sillón Municipal. Algunos
conocidos, vecinos, amigos, incluso familiares, tímidos y extrovertidos.
También hay de los otros; completamente desconocidos, no sabemos de dónde
vienen ni a dónde van, las fotografías de sus paneles publicitarios nos dan una
imagen de su fisonomía (hasta yo salgo precioso con fotoshop) y nuestra
consanguinidad es casi nula. Ambos, conocidos y desconocidos, con la fiel
promesa de la buena voluntad de trabajar en bien del casi olvidado, por los
gobiernos de turno, Sucre de “sus amores”, como suelen decir en sus propagandas
y discursos.
El quid del asunto es, de los
ocho candidatos, cuántos están preparados para resolver las tremendas
contrariedades: sociales, económicas, culturales, de personal, de los fundos y
sobre todo, cuál es la posición de cada uno de ellos en relación al problema de
Conga, que se relacionan y aquejan a la Municipalidad. El camino del infierno
está empedrado de buenas intenciones…reza el refrán. La experiencia nos dice
que cualquiera no puede sentarse en el Sillón municipal. Sin desmerecer a
ninguno de ellos, seguramente son buenos profesionales, buenos padres de
familia y buenos ciudadanos. Más de la mitad de los candidatos no podría
resolver tales problemas. “Se contrata un buen asesor”. Cuando me dan esta
respuesta, sonrío.
No hay encuestas, cada aspirante
se las ingenia para saber cómo le está yendo en su campaña y lo manifiesta con
alegría o tristeza a sus simpatizantes. No sé hasta qué punto pueden guardar
esperanzas aquellos que al momento de inscribirse, ya saben de su derrota.
“…hay que tantear suerte, acaso el que ahora es alcalde ¿creía que iba a serlo?...”.
Eso también es muy cierto, no se puede negar que ocurre cada caso, el Perú es
el país de las Maravillas. Tal vez sea por ello que nuestros pueblos están
llenos de personajes que no saben cómo llegaron al poder y menos saber cómo
solucionar los problemas de sus pueblos. “La voz del pueblo es la voz de Dios”,
¿será?
En la recta final, menos de
veinte días, hacia los comicios electorales se percibe poco movimiento. Salvo
uno o dos que trajinan por las comunidades llevando sus propuestas. Otros escondidos
en la oscuridad lanzan dardos venenosos hacía sus contrincantes. De todo vale.
El candidato se entera de cosas que hizo y no hizo, más de las últimas. “Barro
(o caca) con ventilador”, no importa, hay que quitarles votos a como de lugar.
El juego limpio no existe en política. Al enemigo, ni agua. “Miente, miente,
miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la
creerá”. Estrategias políticas, le llaman.
Parece que la tacha presentada al
candidato por Acción Popular, en el distrito de Sucre, don Wilson Zavaleta
Pérez; no va más. Seguro, aquellos que presentaron, con todo derecho dicha
tacha, no sé explican el por qué se demora la Resolución que ¡YA!, debería ser
publicada. ¿Nervios?
Wito…
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