Perú

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21.11.14


WITOTADAS 

 


Desde luego que hay excelentes policías en nuestro Perú, me consta. Trabajé en la desaparecida Benemérita Guardia Civil por casi cinco años y si saco cuentas, ya estuviera jubilado, en el mejor de los casos. Eran los tiempos en que el gobierno y la “oficialidad” (los jefes) decidían y ordenaban, que la formación de los alumnos en la “Escuela de Guardias” tenía un periodo de seis meses, pues el Perú estaba convulsionado por Sendero Luminoso. Se necesitaba personal en Ayacucho y Huancavelica y ahí nos fuimos muchos jóvenes como “carne de cañón”. Eso sí, el sexto mes nos “prepararon” físicamente, en sobrevivencia y algunas cosillas antisubversivas. Con toda seguridad, un mes no nos dio el “cómo” defendernos o saber contra “quién” íbamos a tener que enfrentarnos. Los periódicos y los noticieros todos los días daban crónicas de guardias muertos en ataques senderistas. Todos nos fuimos, 200, con “los huevos de corbata”, a enfrentarnos con lo desconocido. Y vaya que sí, muchos no volvieron, algunos regresaron asustados y otros, locos.

Esto de Cajamarca fue algo totalmente estúpido, hasta el más torpe de los que salimos en 6 meses no hubiera podido cometer semejante estupidez. Eso de “las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones” está hecha para romperla cuando hay dominio de personalidad. Qué ¡la adrenalina! Es muy diferente enfrentarse a un enemigo oculto o a un delincuente avezado que te mira fijamente amenazándote aniquilar hasta tu quinta generación; que, a un hombre que se defiende como fiera, a pleno día, con una policía bien parapetada con uniforme y escudos de protección y, encima, con la prensa grabando. No hay punto de comparación. Y esto lo sabía la jueza y el oficial a mando. ¿Por qué el salvajismo? Lo que vio todo el mundo: inhumanidad, crueldad y lo patético de la intervención, se ha quedado grabada imperecederamente. Si el Poder Judicial, la duda de siempre, actúa de oficio, los responsables tienen que pagar esta lamentable tragedia.
 
No hay Institución que no tenga sus buenos porcentajes de corrupción. Un estudio revela que el Poder Judicial encabeza, por varias cabezas, el ranking, seguido del congreso y después de éstos, la Policía Nacional, de ahí vienen, Salud, Educación…etc. Es una plaga, el subordinado, hace lo que ve hacer al jefe. Aprende las artimañas para que el sobre sea más abultado de manera ilícita. Contaba el tío Carlos que nunca quiso ejercer la profesión de abogado, “…la primera vez que fui a pedir unos documentos a la Corte de Justicia en Huánuco, el papeluchero me hizo tomar asiento. Todos los abogados, viejos ya, que llegaban salían con sus folder que les entregaba éste. Llegó alguien que me conocía y al salir me dijo, que qué hacía, pues hombre dale su sol y te lo da al toque…desde esa vez no ejerzo el Derecho sobrino, la Jurisprudencia es hermosa, pero sólo eso. Pero si creo que hay abogados honrados, que es bien difícil de creer, ¿verdad?...”. Hablaba de hace más de cincuenta años atrás, todo una secuela casi genética. Y nuestro Poder Judicial está lleno de letrados.

Encontrarse con un policía en la carretera o en algún pasaje de alguna ciudad de la costa, es sinónimo de temor. Ese “algo quiere” es instantáneo. En estas lides los que trabajan con un vehículo motorizado son unos expertos. “Negocian” el precio de la coima dependiendo de la falta. Recuerdo que a nuestro querido amigo Hernández, más conocido como Chancona. Lo intervinieron cuando manejaba su pequeña, destartalada, casi inservible y vetusta motocicleta (encima, con un pasajero…esa moto echaba más humo que tren de carga); la autoridad policial. El interventor fue tajante, “20 mangos”. Por más que rebuscaba sus viejos y rotos bolsillos, sólo céntimos encontraba, de lejos le pidió a su acompañante, “…no tienes 20 mangos para el jefecito…”. El acompañante sorprendido y anonadado, conocedor de estos negociados, contestó, “¿20 lucas?, ¿acaso es camión…?”. Con buena lógica.
 
Todo tiene un precio en la “cancha” dependiendo cuál es tu “laburo”. Conocemos la magnitud de corrupción por parte de un buen porcentaje de gobernantes en nuestro Perú. El alcalde de Chiclayo, para muestra un botón, es una viva imagen de lo bajo que se ha caído moralmente. Caquexia moral. Ahora muchos quieren ser alcaldes sin saber “leer ni escribir”. Es una buena forma de hacer buen dinero en cuatro años. En los distritos pequeños de nuestra serranía había más candidatos que a la Alcaldía de Lima. Y de gente, ¡Válgame Dios!, que no los conocíamos y no queríamos conocer. En Cajamarca se presentó “El Canillita”, no recuerdo su nombre, caía simpático a muchos trabajadores inmiscuidos en el transporte, los ayudaba en sus denuncias… se comparaba con César Hildebranth en sus spots por ser el periodista en Cajamarca que denunciaba atropellos y abusos de las autoridades, una especie de caudillo. Ahí estaba bien, sabía respirar en ese mundo, de cierta forma ayudaba a la clase trabajadora y campesina. Para ellos, sería el que pondría orden a la alicaída municipalidad tan criticada en su programa radial y televisivo. La realidad o su realidad fue otra, no sé en qué puesto quedó en las últimas elecciones.  Y tampoco ya lo veo en la televisión. Debe estar de vacaciones, con ese nocaut a la mandíbula debe seguir viendo estrellitas, planetitas, cometitas y muchos asteroides. 

Y sucede algo que nos hace sonreír. Ahora los corruptos salen a darnos clases teóricas de moralidad por la prensa escrita, radial y televisiva. Qué pena que nuestros jóvenes, posiblemente, sean engañados por la verborragia hipnótica de personajes que ya hicieron mucho daño al Perú. Si los gobiernos no invierten en la niñez y adolescencia dándoles educación de calidad (aprendamos de los japoneses), e incentivarlos al deporte, nuestro país está destinado a ser más que paupérrimo, un completo desastre. Mientras, sigámosles dando televisión basura, que es eso lo que le gusta a la gente. “Pan y circo”. Corrupción en todas las instituciones y esferas a vista y paciencia de los espectadores, no asombrados, sino, preguntándose, si ellos lo hacen, ¿por qué nosotros no? Y el mundo seguirá girando en ese sentido hasta que se pudra por completo. 


                                                                                                                                                          Wito...


2 comentarios:

Patty dijo...

Es lo que tenemos y nuestra actualidad, ya ni decir que mucho depende de nosotros, al final no sabemos ya quien es quien...verdad?...... con pinzas na mas Elmer :D besotes muá :*

Anónimo dijo...

Lamentablemente lo que dices Elemer es la realidad, a los que conducimos al menos en mi caso siempre que te para un policia defrente te pide un monto ya no aceptan propinas ahora como repito ya le ponen precio y a veces cuando uno no cuenta con el monto que piden hay que regatear y ni que darle un billete grande por que te lo quitan todo es un robo o asalto por parte de estos policias corruptos que muchas veces son los complices de los asaltantes y matones que a diario comenten asaltos en las cidudades grandes, para que todo esto pare deberia ser como Japon recuerdo que no hace mas de 5 años pasaron en ls noticieros como es que descubrieron a un funcionacio de su ministerio de economia con ciertas irregularidades por robo quien de inmediado fue decapitado en la plaza de armas en precencia de su pais entero. Y Aca como siempre en todas la entidades el que no roba es un cojudo o huevon