WITOTADAS
La tan prometida y esperada
carretera Cajamarca-Celendín, se hizo realidad. Las tres etapas que debería
terminarse como máximo en tres años, se concluyó en más de doce años. En esta
demora tienen mucha responsabilidad nuestras autoridades. Millones, muchos
millones de soles se fueron como el agua entre los dedos y, hasta el día de hoy
no hay una explicación. O, alguna disculpa por la mala contratación de la
empresa responsable. Mejor dicho, les importa un “carajo” darlas, ni
explicación ni disculpas. En fin, la cuestión acá es que ahora los viajeros
gozan de una excelente carretera asfaltada, ensanchada, señalizada, sólo hay
que llamarle la atención cuando el piloto se cree uno de Formula I. De todo
ello, no solo los pasajeros, turistas, visitantes tienen un placentero, corto y
agradable viaje, sino; el conductor o el dueño del carro.
Ahora no pueden quejarse del
estado de la carretera. Quién no recuerda esos viajes de más de seis horas en
la desaparecida Empresa A/S Díaz. A las 12 pm estaba programado para qué saliéramos,
en los últimos tiempos de crisis de los hermanos Díaz, este horario variaba
muchas veces en horas. Los ómnibus destartalados que en tiempos de lluvia, si
te agarraba en la “jalca”, llovía más dentro del bus que afuera. Tenía que
retroceder más de cuatro veces para dar la vuelta a una curva en pleno abismo,
con el agravante que si calculaba mal te ibas derechito al cielo. El cafecito o
caldito en Cruzconga en el tío Chemo o en Delfín. La llegada a Celendín y la
más de media hora, maravillándote de su hermosa plaza, esperando que bajen los
shilicos y descarguen sus encomiendas y equipaje. Después de los diez minutos
en José Gálvez, esperando también, llegábamos a Sucre a las siete u ocho de la
noche, pero felices, había paisanos que siempre merodeaban la agencia para ver
quiénes llegábamos o llegaban (no me excluyo, teníamos nuestra pequeña dosis de
curiosidad). Toda una algarabía para niños, adolescentes y adultos la llegada
de la Díaz. Chiquillos, “mocletes”, pidiendo al tío, primo o conocido llevar
sus maletas ahorcadas (costalillos), tenías asegurada la propina, sí señor. Noches
de ensueños y si era mayo, mejor.
Todo esto es historia, bella
historia. Los dueños y choferes de los automóviles se quejaban de lo mal de la
carretera. “Qué su sistema de amortiguación, qué el doble de combustible, qué
sus llantas, qué su tiempo, etc., etc.” Con mucha y toda razón, así que el
pasaje debería estar de acorde con sus gastos por la desastrosa carretera. Los
vehículos particulares aumentaron el pasaje en 100 % más que el público y, como
las empresas de transportes se retiraron de Sucre y José Gálvez, era una buena
opción. Alguna autoridad debería gestionar para que estas empresas regresen y
se pueda fomentar una competencia sana con los transportistas particulares.
Pues ese 100 % sigue vigente y todas las sugerencias y razones para la alza
quedaron obsoletas. Ojo, todos tienen
derecho al trabajo y a la libre competencia de mercado. Particularmente me he
acostumbrado a viajar con ellos, en especial con el primo Shesha, pero si sólo
fuera el 50 %, sería genial.
Deberían formarlo y manejarlo como Empresa. Son jóvenes
con mucha experiencia en cuestión de carros: “Charapo”, “Gordito Joshe”,
“Nanito”, “Shesha”, “Acundun”, todos,
con muchas ganas de trabajar, conocidos, familiares y es un placer
viajar con ellos, nos sentimos seguros, estamos en buenas manos. Nos sacan y
dejan en la puerta de nuestra casa. Hace unos días viajé de Cajamarca a
Celendín con un joven chofer y auto desconocido. Una pareja mayor y otro
pasajero se sentaron en los asientos posteriores y partimos. La señora comentó
graciosamente, “…no vaya jovencito a coquear, el otro día unos huauqueños se
pusieron a coquear, en nuestro delante diciendo que era para el sueño, ahhh maldiciauusss…”. Sospechaba de quién
podría haber sido, pero no dije nada.
Siempre me va a dar gusto viajar con alguno de ellos.
Un consejo, es hora de que sea
“15 lucas”, lo digo con buena leche, la “calle está dura”, como dicen ustedes.
Una empresa que tenga buen ojo y decida operar en Sucre, con horarios
establecidos y a los precios de su mercado, mermaría tremendamente su trabajo.
¿Por qué?, buenos carros, cómodos, televisión, baño, terminal…hay que pensarlo
amigos.
Wito…
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