WITOTADAS



Mis respetos para aquellas personas que entran a una iglesia o templo con fe y devoción. No hay nada mejor como darse un buen baño espiritual, con el cual limpiamos algunas pasiones secretas que nos atormentan y que ocultamos al común de los humanos, pero, que al Todopoderoso jamás podríamos ni siquiera disimularlos. Antes teníamos que, creo que aún lo hacen, confesarnos ante el curita del pueblo para que por su intermedio, Dios perdone nuestros pecados. En las misas algunos siguen los rituales, se lo saben de memoria: se persigan, levantan los brazos en espera de no sé qué, cantan a viva voz, se arrodillan respetuosos con la cabeza baja, comulgan recibiendo el cuerpo de Dios ¡Dios!, los golpes de pecho suenan como bombos. El único ritual que me gusta y porque también está cerca al final, es cuando el doctor en teología llama a los feligreses a que nos demos la paz y, si hay una dama hermosa a mi lado, mejor. Respeto toda la ceremonia en sí y a los que tienen y llevan una vida piadosa, no así, a aquellos que en la ceremonia te muestran servidumbre al Ser Supremo y, que en la realidad son simplemente…


Quién no ha visto a Alán García haciendo todos estos rituales, incluso, cargando el anda del Señor de los Milagros con hábito morado incluido. Felizmente el “Viejo Shico” (San Isidro Labrador) no es tan palangana como su compadre el de la Capital (por el hábito).


Están aquellos que creen que sus éxitos, de alguna manera, le corresponden al Patrón del pueblo. Lo hacen con convicción, no tienen duda de ello; retribuyéndole con algunos regalos: fuegos artificiales, comelonas, bailes, banda de músicos, espectáculos…etc., para el común de su pueblo al cual protege. Aman y respetan la santidad, benevolencia, protección…del Santo. Por Él viven.


A cierta edad el ser humano se vuelve más intuitivo, perspicaz y analítico (y si se lee, éstos, aumentan), en otras palabras, “…más sabe el Diablo por viejo…”. “Negro, ¿qué te pareció la fiesta de los Tinocos?”. Directo al mentón, pues saben de esa amistad de años y de barrio con el encargado de la organización del Alba y el Día. Me hubiese gustado encerrarme en algún lugarcillo donde el humo del cigarrillo, las copas, las risas y los recuerdos, obnubilen mi cerebro y que nos atienda una bella mujer para no movernos del rinconcito. Y que luego, amigos y enemigos, me cuenten los pormenores para de ahí sacar y verter la opinión de otros. “No,- me dije- este Mayo quiero disfrutarlo”.


Primero, quiero decirles que la remodelación de la Plaza Mayor es la envidia de muchos distritos, “…está preciosa…mucha plaza para estos huauqueños…chiquita y hermosa…”, ya quisieran tener una que se parezca. En las cuestiones técnicas seguramente habrá mucho qué decir, pero allá los entendidos, que hagan su trabajo.


El Mirador, le da un ornato único a nuestra vieja (los recuerdos regresan) y nueva Plaza Mayor. A duras penas llegamos a la cumbre, con sus respectivos descansos y el panorama desde la atalaya es esplendida. ¡Vamos!, a escalar y hacer un poco de ejercicio.


Desde una sobriedad placentera: con una copa de vino tinto en la mano, el humo de un buen cigarrillo subiendo por mis dedos y una camarilla prestada, me puse a contemplar la fiesta patronal de mi Huauco inmortal. Pueden haber habido inconvenientes, qué digo, ha habido complicaciones que se corrigieron favorablemente gracias a la personalidad de los integrantes de la organización. Algunos no pudieron preverse, como el lamentable accidente de una niña por un petardillo, la intervención oportuna de encargados hizo que su recuperación haya sido favorable. “…los castillos despedían mucho humo…” (habrán querido decirnos algo a los Castillo, pues todos fumamos), seguramente tienen razón, lo digo desde el punto de vista estrictamente ambientalista, en unas horas contaminan el ambiente de manera bárbara y en tres noches, imagínense. Pero los mayordomos dan su dinero para alegrar al Patrón con sus castillos, bombardas, vacas locas, camaretazos,… ¿qué hacer?


Cualquier inconveniente, descoordinación o malos entendidos que haya habido, el 15 de Mayo, después de la procesión, borró todo…estuvo ¡Genial! En algunas de mis Witotadas lo venía sugiriendo, lo planteaba. El setiembre del año pasado en el Pachamanco, los mayordomos se dieron el lujo de traer a los “Hermanos Anaya” para un concierto gratuito en esa hermosa pampa. Este 15 de Mayo, con “Los Cuervos” de Rioja, se confundieron el ponchejo con el de “Calvin Klein”, el de etiqueta azul con el de la media bucha (media botella de aguardiente), el de la moderna 4X4 con el de ojotas “BF Goodrich”, el de Esika con Chanel,…, familias enteras (papás, mamás, abuelos, hijos, nietos) disfrutaron de tan inolvidable espectáculo. Algo que no he visto en mis más de 35 años en Sucre. Eso, es meritorio y, sin mezquindades, desde esta pequeña tribuna, desde el Huauco, mis felicitaciones a todos los integrantes de la Mayordomía del Alba y el Día en Honor a San Isidro Labrador, que por cierto, estuvo presidido por el joven entusiasta Milton Oliver Tinoco Silva. (cualquier contrato llamar al N°, já). Allá, los mezquinos y misóginos.


Acostumbrarse a que alguien, que estimas y respetas, en estos menesteres y no encontrarlo…como que te saca de cuadro.


Wito…


Wito…