Witotadas
WITOTADAS
Leía un saludo fraterno y sentido a
los trabajadores que le hace un amigo, por su día, literalmente dice: “Feliz Día del Trabajo
a todos los trabajadores,,, especialmente a los del campo que nunca paran y son
los menos reconocidos en nuestro país: sin horario, sin seguro, sin beneficios
y además, sin jubilación”. No hay nada más cierto, los del campo son los que
trabajan sin ningún tipo de reconocimiento. El campo es su vida y su centro de
trabajo, ahí están picando, lampeando, sembrando, regando, aporcando…sembrando.
Un par de bueyes con su arado, es lo más moderno que tienen…van picándoles a
los nobles brutos para que se entierre el arado, para luego, en esos surcos trabajados
a sudor y cansancio, echen los granos que más tarde se convertirán en papas,
maíces, frijoles, ollucos, etc. Sus parejas les llevan el almuerzo acompañadas
de sus críos, que retozan en libertad por el gran espacio que tienen frente a
sus ojos y pequeños cuerpos, mientras ellos almuerzan. Si tienen algún
accidente solo les queda descansar un buen rato para seguir con la faena. Ni en
la vejez dejan de descansar, dan hasta el último aliento por sus labores del
campo, para que sus chacras sigan produciendo y es el legado de sus ancestros.
Son
de estos amantes del campo que los gobiernos de turno se aprovechan para
perpetuarse en el poder y de paso llenarse los bolsillos. Son los
asistencialismos, esos que a nuestros hermanos del campo, los vienen
acostumbrando y convirtiéndolos desde hace algunos lustros ya, a estirar el
brazo. Tal vez sea esto el por qué de que nuestras verdes y bien cultivadas
campiñas se han vuelto eriazos y
agrietados, clamando para que sean productivos desde sus más recónditos
resquicios. La Pachamama se está muriendo de a pocos porque los gobiernos, a
los hijos de ésta, los esta adormilando con una poderosa droga llamada,
“asistencialismo”.
Recuerdo
que visitaba el pequeño pueblo Manzanamayo, en el distrito de los Baños del
Inca, hace buenos años atrás, donde, en una reunión con la comunidad, se les
ofrecía: semillas, insecticidas y tecnificación. Lo único que se les pedía, a
éstos, era la “mano de obra”, la cosecha exclusividad de ellos y así,
productores. La respuesta me dejó atónito, “…gracias señores ingenieros, pero
qué más nos van a dar, porque CARE nos da aceite, harina, arroz…etc.”. No
aceptaron la ayuda, querían más. Es a esto lo que los gobiernos los han
acostumbrado, a estirar la mano, a volverlos dependientes y peor aún…a
abandonar lo que por milenios ha sido su vida: el campo.
El
Estado debe millones de soles a los FONAVISTAS, a quienes les descontaban su dinero, esperando tener algo propio y
seguro en su futuro. El Estado, como siempre, les dio un puntapié en el rabo
burlándose de ellos. Tal como va el asunto los FONAVISTAS tendrán que esperar
sentados la devolución de su dinero. Mientras tanto, el gobierno crea programas,
imitando al país más poderoso del mundo, donde se reparten millones de soles en
programas dizque, “destinadas a eliminar la pobreza”. No me parece mal, siempre
y cuando este dinero llegue a manos de los más necesitados, lo que no ocurren
en nuestro país. El gobierno destina 100 para un pueblo y llega 10, los 90 se
queda en el camino en manos de inescrupulosos funcionarios. Y de esos 10 que
llegan son para las personas que más tienen. Acá en nuestro pueblo, por citar
un ejemplo, recibe el vaso de leche una familia que le da a la transnacional
Nestlé, cinco porongos de leche. Pobrecito, seguro sus gatos y perros lo
necesitan. Otro, una tía que tiene propiedades, ganado lechero y muchas cosas
más, se había inscrito en el programa “Pensión 65” (a punto de ser aceptada eh),
al enterarse sus sobrinos, quienes le envían su pensión, le dijeron, “…tía, si
usted se inscribe en ese programa, no le mandamos ni un sol, a ver si con los
cien soles que le van a dar va a poder vivir…”. La tía, presta, se desafilió aunque
regañadientes.
Se
pueden imaginar por un momento, si esto pasa en un pueblo pequeño, ¿qué no
pasará en una ciudad grande?, aprovechándose para ello, con la complicidad y la
corruptela de los altos funcionarios que manejan, dichos programas. Como ese ex
funcionario huanuqueño que me comentaba, “…yo era funcionario en el gobierno de
Fujimori, llegué a tener dos departamentos en zonas buenas de Lima, vivíamos
bien, viajes, buena ropa, carro del año y encima, me sobraba el dinero…qué
curioso, yo siempre decía: hay que guardar “pan para mayo”, pero así es, plata
mal venida, no dura…”. Es nuestra realidad, “todos lo hacen…por qué yo no”, el
“si hace obra está bien que robe”. Lastimosamente se ha vuelto una cultura, una
“Institución”, la corrupción. Debería haber un “Ministerio de la Corrupción” y
de seguro veremos “laburando” a un egocéntrico presidente, varios congresistas,
generales al por mayor, muchos presidentes regionales y alcaldes mudos. Todos
ellos gordos, engullendo sendos platos preparados por reconocidos chefs a la
hora del vitute, tomándose buenos vinos, acompañados de exuberantes bailarinas
nocturnas, oliendo a Chanel y whiskys caros…todos, estos involucrados llevan en
el alma el Poder, vendieron su alma al oscuro e insaciable Poder.
La
insensatez es un rasgo que no les cae a algunos de los que conozco. Hay que ser
hinchas, pero no fanáticos…una cosa es decir, no me gusta tal gobernante, que
tirarle piedras de odio, o, viceversa, qué buen presidente, que tirarle
florcitas de lacayo.
…
Wito…
2 comentarios:
Saludos Negro, bueno, agrego las palabras de un pensador.
“No se debe de medrar con la pobreza, con las necesidades primeras de las personas, sino implementar políticas de desarrollo permanente. El asistencialismo es perpetuar la pobreza”.
Julio.
Feliz día también para mi mi querido Elmer, que sin ser campesina también trabajo como camello de excursión.... y feliz día para ti también.
Yo soy de las fonavistas que espera aún sin tener a quien acudir a poner una queja, ya no hay nadie a quien recurrir.... solo nos queda esperar :) besosssssssssss
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