Perú

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7.7.14

ALRODO








WITOTADAS


Don Alfonso Rodríguez Domínguez.

Es el nombre que lleva la promoción 1978 del Colegio Nacional Mixto, San José, de Sucre. Éramos más de 60. Bueno, para aclarar las cosas, yo repetí de año y los más de 60 de mi nueva promoción me recibieron con los brazos abiertos, no todos por supuesto. Tanto así que osaron nombrarme Presidente de sección y como asesores a la profesora Marina Quito y el teacher Santiago Galarreta, minopampeños por adopción y corazón, como el que escribe (Minopampa, uno de los tres barrios del antes Huauco, ahora Sucre).

Siempre ha existido desidia por parte de nuestras autoridades educativas en lo referente a la cultura de cada pueblo de nuestro hermoso Perú. Pareciera que la cultura no formara parte de nuestra identidad. Las calles de nuestros pueblos están llenos de nombres de personas que hicieron algo por él, sin embargo no hay una guía para saber algo más que sus nombres. Algo breve, nada que canse al lector, lo suficiente para que lo entienda. Rafo, Rafael León, columnista de la prestigiosa revista Caretas estuvo sentado en la plaza de armas de nuestro pueblo y en su columna se refirió a la “…tranquilidad y sosiego que nos brinda este hermoso paraje cajamarquino…”. Unos folletitos, como el que la Municipalidad distribuyó a todos los paisanos en mayo, sería más que suficiente, mostrando los personajes insignes de nuestra localidad.

Si en pleno siglo XXI aún se palpa esta desidia, en todo nivel, imagínense ustedes en 1976. Los púberes, de ese entonces, estábamos más perdidos que llanque en concierto rock  acerca de los personajes, con algunas excepciones. Seguramente sobre el tapete pusieron varios para el nombre de la Promoción, quedando don Alfonso Rodríguez Domínguez como único ganador. Por ese entonces don Alfonso, aún vivo, había sido diputado por Acción Popular, uno de los partidos, por percepción de la gente, más honrados del Perú. Luego, cuando nuevamente el estado volvió a manos de la democracia, volvió a ser diputado en los años 1980 a 1985, fiel a sus ideas con AP. Aparte de todo este pergamino personal, era pariente muy cercano del profesor Octavio Reyna, un gran maestro de la escuelita de Sucre.

Nuestro asesor, don Santiago Galarreta, propuso en una reunión, que nos sacáramos una foto y se lo mandáramos como oficio certificado, por el angustiante correo, haciéndole saber que había sido elegido como nombre de la Promoción. Nunca contestó   y menos, nunca supimos si le había llegado tal oficio. Por supuesto, nuestra intención era conseguir algunos puntos monetarios. Nueva reunión. El teacher tenía otra brillante idea, “…jóvenes, he pensado que don Pepito (fotógrafo, enfermero, dentista, etc., etc.) nos saque más duplicados de la fotografía de la Promoción, hay que mandar a todas las embajadas que están en Lima nombrándolos padrinos con la respectiva foto y su oficio…”. Genial…, el único problema es que nunca recibimos respuesta. Tuvimos que hacerlo austeramente con un buen ágape y un baile en el salón municipal y lo principal, quedamos como eternos amigos desde ese entonces.

De los más de 60 compañeros, algunos ya partieron, nos tomaron la delantera, este año al celebrarse las Bodas de oro del colegio de donde egresamos, seguimos y seguiremos siendo los más numerosos, parecíamos dos promociones. Cerca de 40 logramos reunirnos y nos dio mucho gusto ver a nuestros profesores, doña Ester, don Efraín, Jobo, Buster, Shilve, Guto, Julio, Jaime. Qué pena que ya no estén, doña Marina, Santiago, Álvaro, don Quirino….seguramente sus espíritus se mezclaron con todos los presentes para que las bodas haya sido espectacular.

¿Resistiremos 25 años más para estar presentes en las Bodas de Diamante?... ¿quién sabe? Pero si no es así, un saludo fraterno a todos. Con mis escritos seguiré compartiendo con ustedes, todavía hay mucho qué contar de nuestra juventud, tristezas, alegrías. Alguien por ahí nos dijo el 16 de mayo, “…cada Mayo, los que estemos presentes de la Promoción, aunque sea un día, hay que reunirnos…no seamos ingratos…”, tiene razón. Nos alegra el alma, nos hace sentir bien y sobre todo, vivimos nuevamente nuestra adolescencia sin tapujos haciéndonos olvidar las tristezas.
                                                                                                                                                                        Wito…

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